Adán y Eva fueron separados de la existencia de Dios. Su condición física cambió por el hecho de que consumieron del fruto contraindicado; y como Dios lo había prometido, se transformaron en seres fatales. Tanto ellos como sus hijos experimentarían anomalías de la salud, mal y muerte física.
¿Por qué razón Adán y Eva no cayeron fallecidos exactamente el mismo día que desobedecieron a Dios y consumieron del fruto contraindicado? Adán vivió hasta los 930 años según Génesis 5: 5. La palabra de Satanás en Génesis 3: 4 – «Precisamente no vas a morir» – ¿una evaluación mucho más precisa del estado real de las cosas que lo que Dios ha dicho en Génesis 2? : 17 – “En el momento en que de él comieres, precisamente vas a morir”? ¿Es Satanás mucho más escrupulosamente sincero que Dios mismo? Este duro dicho necesita un examen de por lo menos tres conceptos distintas incluidos en la cita de Génesis 2:17: (1) el árbol del conocimiento del bien y del mal; (2) el concepto de la oración «en el momento en que comen de él»; y (3) el concepto de la oración «indudablemente vas a morir».
Primero el árbol. No hay base para opinar que el árbol era un símbolo mágico o que contenía una enzima segrega que induciría de manera automática un extendido cuerpo de conocimiento que englobaría toda la gama del bien y el mal. Mucho más bien, es mucho más seguro asumir que el árbol funcionó de forma afín a la ordenanza del Nuevo Testamento o el sacramento de la Cena del Señor o la Eucaristía. El árbol era un símbolo encarnado en un árbol real, tal como el pan y el vino de la Eucaristía son símbolos encarnados en el pan y el vino reales. También, el árbol de la vida asimismo era un árbol real, pero simbolizaba visto que la vida era un obsequio particular dado a la gente por Dios. De ahí que asimismo se advierte a los competidores que no concurran de los elementos de la Cena del Señor de forma impropia, por el hecho de que en el momento en que los elementos se comen y se toman frívolamente, y en el momento en que un individuo no ha confesado realmente a Cristo como Salvador, la participación impropia de estos los elementos bastante recurrentes (recurrentes cuando menos en todas y cada una de las apariencias) ocasionarán patologías y, en ciertos casos, la desaparición (1 Corintios 11:30).
REFERENCIAS
Cansdale, G.S. (1996), “Animales de la Biblia”, New Bible Dictionary, ed. J. D. Douglas (Downers Grove, IL: InterVarsity Press), tercera edición.
Hamilton, Victor, (1990), El Libro del Génesis (Grand Rapids, MI: Eerdmans).
I. La desaparición física hace aparición con la Caída
Tanto los razonamientos bíblicos como los morales apoyan la situación de que la desaparición ocurrió antes de la caída.
El razonamiento bíblico se apoya en la afirmación de Pablo: “Por consiguiente, como el pecado entró en el planeta por un hombre, y por el pecado la desaparición, de esta forma la desaparición pasó a todos y cada uno de los hombres, por cuanto todos pecaron” (Romanos 5:12). ). El artículo semeja bastante fácil. Un hombre, Adán, pecó y ese pecado trajo la desaparición al planeta. Por consiguiente, la desaparición física no existía en el planeta antes que Adán pecara.
Interpretaciones del mito
El mito de Adán y Eva fué objeto de varias interpretaciones, ediciones y creaciones artísticas, teológicas o literarias. Desde hace tiempo, fue tema de enfrentamiento entre teólogos y eruditos cristianos, quienes discutieron la manera adecuada de interpretar las alegorías de la historia y, con frecuencia, sacaron conclusiones de ellas que brindaron forma a la sociedad occidental.
Por poner un ejemplo, dado que Eva le diese a comer del fruto a Adán, de manera frecuente se leía como prueba bastante de la naturaleza pecaminosa de la mujer por norma general y de que ocupa un espacio subordinado en la sociedad durante la historia.