La herida del rechazo Esta herida incrementa el autodesprecio y el sentimiento de no ser digno de querer o ser amado. Esto quiere decir que la mucho más mínima crítica se siente como una amenaza y se busca de forma continua la aprobación del resto.
Herida del rechazo
La herida tras el bloqueo del autorrechazo es exactamente la del rechazo. Es una herida profunda y muy dolorosa, por el hecho de que rechazarse a uno mismo es negar la presencia misma, la vida misma, si vamos a la raíz.
La gente con esta herida escapan de ocasiones en las que logren rememorar el rechazo. Tratan de no exponerse bastante a el resto pues tienen temor de presenciar ese rechazo que vivieron, más que nada en la niñez.
La herida del rechazo y la tentación del falso yo
Chillar nuestra presencia al planeta no es la única estrategia que usamos en el momento en que somos rechazados. Hay mucho más sutiles, algunos hábitos en los que nos ponemos las máscaras del falso yo. El perfeccionismo de estas personas se apoya en un postulado fácil pero tristemente falso: «¡Mientras que yo sea especial, absolutamente nadie puede rechazarme!» »
– el salvador: aquí nuevamente, en el momento en que tendemos a proteger del resto hasta el punto de olvidarnos de nosotros, en ocasiones nos encontramos en exactamente el mismo desarrollo de reparación. Tras todo, «¡si me dedico a el resto, no me rechazarán!»
Recuerda quién eres y lo que eres con la capacidad de realizar
Como indican los estudiosos, la baja autovaloración se encuentra dentro de las respuestas tradicionales al rechazo. Aun si eres un individuo con una enorme seguridad en ti, es ineludible que tu seguridad en ti se vea algo llamada de atención tras un episodio de este modo.
Entonces, para sanar la herida del rechazo, tienes que rememorar quién eres y de lo que eres capaz. No dejes que esta experiencia se traduzca en una mala opinión de ti, lo que podría obstaculizar tus futuros amores. Existen muchas formas de recobrar tu autovaloración, conque aquí tienes ciertas ideas.
Herida : Degradación
Tiene relación a vivencias en las que los cuidadores brindaron el mensaje de que éramos “deficientes”, “pésimos”, o que algo en nosotros era “inaceptable” o no merecedor de amor. Esto nos puede conducir a desarrollar patrones como:
- Tener inconvenientes para divertirnos: Tenemos la posibilidad de tener temor a las conmuevas agradables, quizás suponiendo que no las merecemos o que va a haber una consecuencia.
- Tener baja autovaloración: Tenemos la posibilidad de sentir que no merecemos cosas buenas, que no valemos nada o que somos inferiores a el resto. Además de esto, puede mostrarse una inclinación narcisista para compensar la baja autovaloración.
- Tener adversidades con el autocuidado: Posiblemente no nos sintamos dignos del autocuidado, lo que se puede patentizar en la carencia de atención a nuestro cuerpo ahora nuestras pretensiones sentimentales.
Te puede atraer: Malas enseñanzas, peores ejemplos.
- Herida “humillante”
“Si fueses capaz como tu hermana, no debería proceder a la escuela en todo momento comentando con tus instructores”, rememorar es lamentable, ¿verdad?