El heredero se llamaba César, pero ¿y el resto? – Quora.
Causas probables del Síndrome del Emperador
Son los progenitores quienes tienen que ejercer su función. De esta manera, los progenitores hiperprotectores y permisivos, que ceden a los antojos de sus hijos suponiendo que de esta forma “no padecen”, tienen la oportunidad de elaborar el caldo conveniente para un niño tirano.
Otro aspecto arriesgado es la discrepancia didáctica entre los progenitores. Si bien esto puede ocurrir, los progenitores tienen que intentar unificar sus personalidades y sostener una actitud de crianza permanente que no les deje romper las reglas.
Peculiaridades de los pequeños con síndrome del emperador
Utilizamos este nombre para referirnos a pequeños que tienen algunas especificaciones como:
- Sentido exagerado de lo que les forma parte y ellos aguardan que los que les cubren se lo faciliten.
- Baja tolerancia a la irritación, en especial si es ocasionada por frustración, decepción, aburrimiento o negación de lo pedido; entonces lo manifiestan con enfados, enfados, insultos y/o crueldad.
- Tienen pocos elementos para arreglar inconvenientes o enfrentar vivencias negativas.
- Son muy egocéntricos y se creen el centro de todo el mundo.
- Procuran justificaciones a su accionar en el exterior y culpan a el resto de lo que hacen, por consiguiente, aguardan que el resto resuelvan sus inconvenientes.
- No tienen la posibilidad de, o no desean, ver de qué manera sus hábitos afectan a el resto, con lo que diríase que a varios les falta empatía.
- Solicita hasta el radical del requerimiento. Una vez logrado, detallan su descontento y vuelven a estimar mucho más cosas.
- Les cuesta sentir culpa o remordimiento por su accionar.
- Discuten con los progenitores las reglas y/o castigos que piensan injustos, pésimos, etcétera. Pero este accionar les compensa, por el hecho de que frente al sentimiento de culpa inducido, los progenitores ceden y conceden mucho más permisos.
- Denuncian atención, no solo de los progenitores, sino más bien de todos y cada uno de los que les cubren. Y cuanto mucho más reciben, mucho más requieren.
- Tienen contrariedad para amoldarse a las demandas de las ocasiones fuera de la familia, singularmente en la escuela, pues no argumentan bien a las construcciones sociales establecidas oa las figuras de autoridad.
- Se sienten tristes, enojados y/o deseoso y tienden a tener baja autovaloración.
¿De qué forma reconocerlos?
Esta conducta acostumbra darse en pequeños de entre 5 y diez años, puede alargarse hasta la adolescencia y llegar a la edad avanzada si no se identifica a tiempo y se busca asistencia técnica. Los pequeños con síndrome del emperador son simples de distinguir por el hecho de que tienden a enseñar una personalidad egocéntrica y tienen una baja tolerancia a la frustración, con lo que lloran, chillan, patean, empujan o arremeten en el momento en que sus solicitudes no son cumplidas.
Los pequeños dictadores no aprendieron a supervisar sus conmuevas, con lo que no tienen idea manejarlas apropiadamente y están enojados o alterados la mayoría del tiempo. Tienen pocos elementos para arreglar las adversidades que se muestran y tienden a no admitir sus fallos, de los que culpan a el resto.