Príncipe Florian Príncipe Florian (Blancanieves y los siete enanitos, 1937): Asimismo popular como El príncipe o Príncipe azul, Florian es el primer príncipe de los estudios de animación de Disney.
Mientras que charlábamos con unos amigos, discutimos la iniciativa del Príncipe Azul. Un hombre que logre decir te amo a primer aspecto, que jamás ponga disculpas para quererte, que no solicite nada a cambio, alguien que siempre y en todo momento este presto a escucharte, apoyarte y guiarte, alguien que con solo un abrazo revela que si bien el planeta se caiga vas a estar seguro. Esa persona que, aun conociendo tus faltas, afirma que eres tu tesoro mucho más apreciado, esa persona que afirma que Dios es el guía de tu vida.
Ahí fue en el momento en que todos afirmaban que el Príncipe Azul era solo de los cuentos de hadas, un concepto que Disney había inventado para crear la persona impecable que jamás conocerías en tu vida. Y les dije que sí, que Dios me había dado la posibilidad de saber a mi príncipe azul, que mucho más que un príncipe era como un rey en la tierra. Que me amaba y yo lo amaba con mi corazón. Que asimismo era mejor luchador que los de las historias, con una fuerza mejor que la de un gladiador. Que ningún león lo derrotaría nunca.
Qué es el Síndrome del Príncipe Cautivador
En contraste al síndrome de Cenicienta, que sucede solo en mujeres, este trastorno puede suceder en los dos sexos. Quienes sufren el síndrome del príncipe azul imaginan a su pareja ideal como un individuo especial, prácticamente sin defectos y con un carácter o personalidad que encaja perfectamente con la suya. Además de esto, como solicitan poco, piensan que esta pareja va a tener una hermosura muy sobre la media, una enorme sabiduría y una aceptable situación popular y económica.
Los damnificados por el Síndrome del Príncipe Azul procuran inconscientemente a alguien como su padre (si son mujeres) o como su madre (si son hombres), por el hecho de que ven en ellos a la persona impecable: los progenitores son afables y tratan a sus hijas como princesas, al tiempo que las mamás cuidan y resguardan a sus hijos.