Saltar al contenido

Cuál fue la reina más joven de la historia

María Estuardo de Escocia María I de Escocia, hija del rey Jaime V y María de Guisa en 1542, ocupó el cargo de reina desde los seis años. En el momento en que era bebé, su padre, el rey, murió de cólera en el Palacio de Falkand, con solo 30 años, transformándola en la reina de Escocia.

Pequeñas y jovenes de todas y cada una de las latitudes que brindaron brida suelta a su imaginación con los cuentos de hadas mucho más fabulosos se estremecieron frente al lado mucho más humano y conmovedor de las seis reinas que desfilan por las páginas del libro Rainhas Malditas, de Cristina Morato.

Mediante diarios personales y correo familiar, Morató revela puntos poco populares de ciertas reinas mucho más legendarias de Europa. Su libro recorre las pasiones y inconvenientes de la conocida Sisi, la indomable Isabel de Baviera, que fue emperatriz de Austria y reina consorte de Hungría; Cristina de Suecia, una mujer poco interesante que reinó en un periodo convulso y debió abdicar del trono; la de españa Eugenia de Montijo, emperatriz consorte de los franceses como mujer de Napoleón III; Victoria I de Inglaterra, entre las reinas mucho más viejas, cuyo reinado duró 64 años; Alexandra Romanov, la última zarina de Rusia, asesinada al lado de su familia por los bolcheviques en la revolución que puso fin a tres siglos de dominio zarista, y por último María Antonieta, «la austriaca», como la llamaban con desdén los franceses en su temporada de menor popularidad, que acabaría con su marido Luis XVI en la guillotina a lo largo del Reinado del Terror de la Revolución Francesa.

Guillermo IV (1830-

Quinto de la Casa de Hanover, su reinado fue aún mucho más corto que el de su precursor y es recordado por una secuencia de reformas políticas y sociales.

Entre las reinas mucho más recordadas del Reino Unido, Victoria, asimismo de la vivienda de Hannover, rigió en el transcurso de un largo periodo (64 años, solo superado por Isabel II) marcado por la segunda Revolución Industrial, el surgimiento del Imperio Británico y colonialismo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *