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Cuáles son las características principales de los vampiros

Si bien hay múltiples representaciones, los vampiros tienden a ser representados como seres con colmillos afilados, uñas largas y piel pálida. Estas criaturas, según el folclore, no proyectan sombra y no se reflejan en los espéculos.

El término de vampiro, que procede del francés vampire, acostumbra ocasionar confusión. El término puede referirse a una criatura mitológica o un animal real. Asimismo tiene un empleo simbólico que se aplica a determinados individuos.

Como ser ficcional, el vampiro es un fantasma nocturno que chupa la sangre de los seres vivos como medio de subsistencia. Los vampiros de forma frecuente se asocian con los fallecidos vivientes: esto es, personas que, tras la desaparición, continúan activas como vampiros.

Especificaciones primordiales.

Ten en cuenta que, para este punto, solo vamos a estimar las peculiaridades mucho más conocidas de estos seres. Ten en cuenta que, como todas y cada una de las criaturas correspondientes a leyendas y también historias, estas están sostienes a distintas interpretaciones y representaciones de exactamente las mismas. Aun múltiples autores son libres de dar características particulares a los vampiros que son exclusivas de sus proyectos. Un caso de muestra de esto lo podemos encontrar en la habitual saga literaria juvenil Crepúsculo. Lo que le da a los vampiros de su obra la característica de que su piel reluce al contacto con el sol. En el momento en que en la versión mucho más clásico de estos seres, se conoce que los vampiros se carbonizan al contacto con los rayos del ente astral. Mencionado lo anterior, enumeremos sus especificaciones mucho más conocidas:

  • Los vampiros son enclenques a la luz del sol, hasta el punto de que tienden a desintegrarse o quemarse al contacto.
  • Tienen enormes colmillos que les dejan tomar la sangre de sus víctimas.
  • Acostumbran a morder a sus víctimas en el cuello, puesto que se nutren de su sangre.
  • Tienen la aptitud de transformarse en murceguillos o, en su defecto, de volar.
  • Su piel tiende a ser blanca y pálida, por el hecho de que en esencia, son seres no vivos.
  • Tienen superfuerza y ​​agilidad, lo que los ubica en la cima de la cadena alimentaria, aun sobre un humano.
  • Los vampiros se piensan inmortales o tienen la aptitud de vivir cientos y cientos de años sin envejecer.

Síntesis

La historia empieza en Transilvania en 1804. Aquí conocemos a Kah, un monje asociado con las artes oscuras y supremo pontifice del templo de los Siete Vampiros Dorados.

Estos están hibernando y Kah le solicita al Conde que lo asista a despertarlos para lograr ser de nuevo un hombre poderoso y tener control sobre los fatales.

El guerrillero de Medveja

Arnold Paole fue un soldado en tiempos bien difíciles. Una noche, dicen los reportes, fue atacado por un vampiro, pero se salvó de transformarse en un monstruo devorador de tierra de la tumba. No obstante, en el momento en que murió cierto tiempo después, regresó como vampiro. Eso es lo que afirmaron los lugareños, cuando menos. La situacion de Paole es particular pues ella fue el detonante que desencadenó la «epidemia de vampirismo» en Europa del Este en el siglo XVIII. Según las fuentes, el ataque de Paole a múltiples animales y personas habría causado la continuación de esta «patología» que afectó cuando menos a dieciséis personas mucho más. Como el temor a los vampiros venía medrando ya hace décadas, esto produjo alarma entre las autoridades que han comenzado a investigar, exhumar y también reportar sobre supuestos vampiros. Lo que solo asistió a dar a conocer el rumor sobre la presencia de estos seres del infierno.

En 1582, Johannes Cuntius, un mercader respetado, se cayó de su semental. Más allá de que los médicos hicieron todo lo que es posible para sanarlo, Cuntius se halló ardiendo en el infierno. Al final murió. Y al instante de irse, un gato negro apareció por la ventana y aterrizó sobre la cama. Un par de días después, según las crónicas, su fantasma empezó a manifestarse por toda la localidad de Silesia. Y su visita llamó la atención de todos por su horrible fragancia, considerablemente más malvado y desapacible de lo que las expresiones tienen la posibilidad de decir, dicen. En contraste a otros vampiros, Cuntius no pasaba su tiempo tomando sangre o matando gente, sino más bien hostigando a la multitud. En cierta forma, Cuntius en estos días se identificaría mucho más con un zombi que con un chupasangre. Pero en ese entonces no había zombis. Tras aguantar sus crímenes a lo largo de unos meses, la localidad decidió exhumar el cuerpo de Cuntius y lanzarlo a la hoguera. Y el vampiro se fué.

¿Cuáles son las primordiales peculiaridades de los vampiros?

Si bien hay múltiples representaciones, los vampiros tienden a ser representados como seres con colmillos afilados, uñas largas y piel pálida. Estas criaturas, según el folclore, no proyectan sombra y no se reflejan en los espéculos.

El término vampiro sensible apareció en los libros de autoayuda como una metáfora didáctica para designar a un conjunto de individuos con un aspecto de personalidad muy marcado o con algunos trastornos mentales que gastan a quienes se cruzan en su sendero.

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