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Cuáles son los dioses de los aztecas

La presencia de los aztecas estuvo indisolublemente relacionada a sus deidades, entre aquéllas que resaltaban Huitzilopochtli (dios de la guerra), Quetzalcóatl (la serpiente emplumada, héroe cultural, explorador del maíz), Tlaloc (dios de la lluvia) y Coatlicue (diosa de la tierra, madre de Huitzilopochtli).

4 soles o edades antecedieron a la novedosa creación de todo el mundo. Los dioses se hallaron en Teotihuacán, y uno, Nanahuatl, se arrojó al fuego y se transformó en el quinto Sol, ascendiendo al cielo. Nahuitecpatl se arrojó a las cenizas y se transformó en la Luna. Pero el Sol proseguía en el cielo, sin desplazarse. Y en el momento en que los dioses le ordenaron preguntar por qué razón, respondió que para eso solicitaba su sangre. Conque los 2 eligieron sacrificarse, corrieron a una fogata y solo entonces el sol volvió a desplazarse. Y para hacer los nuevos hombres que poblarían la tierra, Quetzalcóatl, la serpiente emplumada, llevó los huesos que descansaban en Mictlán, la zona de los fallecidos, a Tamoanchán, donde los trituró y los regó con su sangre. Este mito azteca de la creación apunta a la naturaleza desequilibrado de la vida (5 edades, en el momento en que la tradición judeocristiana considera solo una creación de todo el mundo, y los budistas admiten una cada millón de años), y revela el valor del sacrificio de la vida y del sacrificio. derramamiento de sangre para sostener el orden cósmico y el movimiento del sol.

La característica más esencial de la religión azteca, que la diferencia de otras civilizaciones, fue exactamente la relevancia que aceptó el sacrificio humano. La manera de sacrificio ritual más frecuente, pero no la única, consistía en llevar a la víctima a la cima del teocalli (pirámide troncocónica coronada por un templo), donde el sacerdote con un cuchillo de pedernal u obsidiana le cortaba el corazón, que era brindado a los dioses y fue quemado. Entonces, el cuerpo fue lanzado por las escaleras, donde fue desmembrado y, de forma frecuente, asado, solo para ser devorado por los transeúntes. Había variantes en la liturgia y los procedimientos que se deben llevar a cabo según el dios al que se ofrecía el sacrificio: Huitzilopochtli, el dios de la guerra; Tlaloc, el dios de la lluvia; Tezcatlipoca, el señor de todo el mundo. Pero invariablemente todos demandaban la desaparición, y en todos y cada uno de los casos se les arrancaba el corazón. Se discute el total de seres que perdieron la vida; Recién en la inauguración del enorme templo de Tenochtitlán se charla de 4 líneas de 4 km todas las víctimas que fueron sacrificadas a lo largo de 4 días. En su mayor parte presos apresados en las «Guerras de Florida»; pero asimismo esclavos e inclusive hombres y mujeres de la región.

Dioses mayas y aztecas

  1. Los primeros dioses
  2. Los dioses de la fertilidad
  3. Los dioses de la guerra

Tras enumerar y detallar los dioses mucho más esenciales, tal como la considerable suma de nombres que se tienen la posibilidad de conseguir durante la crónica de la religión mexica, dejamos un comprendio que captó Rafael Tena sobre los distintos conjuntos en los que podían estar los dioses. incluido.

Quetzalcóatl

Entre los enormes dioses compartidos por prácticamente todos los pueblos de esta civilización, y uno de los más importantes dioses del panteón mexica. Se le consideraba el dios de la luz, la fertilidad, los vientos, la civilización y el saber, asociado al color blanco.

Su nombre en nuestro idioma sería “serpiente emplumada”, y esta es la manera más frecuente en que se le representaba: la serpiente metaforiza el cuerpo humano terrestre, y las plumas sus intangibles principios espirituales.

Huitzilopochtli – Dios de la Guerra

seguramente el dios más esencial de toda la mitología azteca, Huitzilopochtli se consideraba el dios de la guerra, nacido del vientre de Coatlicue y que apartaba a los hermanos que deseaba matar su madre, este ser divino era el responsable de asesorar a los mexicas en su sendero a la tierra prometida, era bien conocido por tener un escudo emplumado y empuñar una espada con apariencia de serpiente de fuego.

Fotografía: Bien interesante

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