Visto que el príncipe azul no permanezca no quiere decir que debamos resignarnos y respaldar estoicamente a los que no nos hacen contentos, que sería el radical contrario, pero es bueno tener alguna elasticidad y ofrecer ocasiones. a la persona con la que vives quiénes somos, si bien sea ?imperfecto?.
¿Cuántas cosas hacemos por ser mujeres y cuántas ignoramos por ser de esta manera los hombres?
Voy a empezar este producto diciendo que no soy un especialista en relaciones. Tuve mi primer novio hasta los veinte años, solo tuve 2 relaciones formales -una de prácticamente un par de años, la otra de prácticamente tres- y en las dos oportunidades fue mi novio quien decidió finalizar la relación. (No sé si se piensa que o sea indicativo de algo, pero un par de veces no me semeja prueba bastante de nada para continuar pensando en ello). No obstante, si bien no soy un especialista, aprendí cosas valiosas que, bajo el aspecto del 14 de febrero, quisiese comunicar con ustedes.
Fantasías a las que deberías decir ¡BASTA!:
- Opinar que un hombre puede hacernos contentos; debemos estudiar a ser contentos por nosotros.
- Pensando que requerimos un hombre que nos salve; todos nosotros está en un presente y si bien difícil, menos entretenido de lo que pensamos, absolutamente nadie debe venir a rescatarnos; Tenemos la posibilidad de irnos de donde nos encontramos solos.
- Opinar que sin un hombre junto a nosotros no valemos nada; una pareja no es un accesorio que aporte valor, es para comunicar, no para relucir.
- Opinar que un hombre debe ordenar nuestras vidas; colega es alumbrar el sendero, no proteger lo que no tenemos la posibilidad de solucionar.
- Opinar que los príncipes desaparecen: no es que desaparezcan, es que de forma directa no hay; y tampoco somos las princesas de los sueños.
- Pensando que los hombres son todos iguales, los humanos no son iguales, únicos y lícitos; absolutamente nadie es como el otro.
- Opinar que con amor tenemos la posibilidad de cambiar a un hombre; ¿A fin de que? Si la persona con la que andas tiene algunas reacciones que te dañan, no pienses que con amor cambiarás eso; solo lo que se puede ver se puede editar.
Aprende a vivir la vida de una forma menos romántico, pero del mismo modo profundo y profundo; sin esperar contextos infantiles propios de la literatura; en el momento en que vives la vida con mucho más naturalidad; este es menos complejo y se emplea mejor.
NUESTRO PRÍNCIPE AZUL Y OTROS MITOS PARA NO LOGRAR UN AMOR SUBLIME
1.- EL MITO DEL PRÍNCIPE AZUL.
Hablamos de la búsqueda del hombre especial, poseedor de virtudes que lo hacen prácticamente sobrehumano. Responde a los cánones del papel masculino en el cine romántico: valeroso, guapo, presto a salvar a la indefensa princesa de los mucho más cruentos riesgos. En la vida real, los príncipes cautivadores no hay, ni son precisos, por el hecho de que no hay princesas, solo mujeres independientes que saben valerse por sí mismas.
La necesidad de racionalizar nuestros deseos inconscientes
Muchas son las personas que tienen que viene dentro en su inconsciente este troyano llamado “síndrome del príncipe azul”. Tanto hombres como mujeres. Idealizan el cariño y desprecian a la gente reales. Lo hacen pues tienen ideas totalmente preconcebidas sobre de qué forma son las relaciones y esto les alienta a conformar nudos cariñosos, la mayoria de las veces condenados al fracaso.
La antropóloga Helen Fisher nos comunica que el cariño romántico es un impulso fisiológico mucho más que una emoción. Sería algo puramente químico, algo bien difícil de supervisar. No obstante, no tenemos la posibilidad de dividir de este accionar el nivel social y cultural, y de qué forma la sociedad de la cual formamos parte nos ha inculcado a lo largo de bastante tiempo la iniciativa de que hay alguien ideal y idóneo para nosotros en algún rincón.