Matías Prats, entre las figuras mucho más esenciales de la televisión, gana un par de millones de euros por año. David Broncano, por su parte, cobra $6.000 por cada función de La Resistencia.
El Barcelona llega al Tradicional con nueve puntos de virtud sobre el Real La capital española. La asistencia del VAR, que sirvió para validar el gol de Raphinha y anular uno de Iñaki Williams en los últimos minutos, les dejó ganar al Catedral (0-1), entre los partidos mucho más rigurosos que quedaban en el calendario. Otra insignificante victoria del líder frente a un Athletic que merecía por lo menos un empate y probablemente asimismo una victoria. Colosal cabreo en San Mamés por la actuación arbitral de Gil Manzano el día que llovieron billetes falsos para protestar por la situacion Negreira.
El Barça volvió a llegar con esenciales bajas. A los populares de Pedri y Dembélé, se sumó el sancionado Araujo. La solución de Xavi fue pasar a Sergi Roberto al del costado derecho y devolver a Koundé a la defensa central. Ferran Torres y el recuperado Lewandowski fueron las otras noticias del 4-3-3, mucho más canónico que recientemente por tener 2 extremos puros. Para todos en la Catedral.
Los Oscar y el olvido de Carlos Saura
Desde España, la gala se siguió con escasas esperanzas en los representantes nacionales. Solo una rápida ilusión con la nominación de Ana de Armas por su papel de Marilyn Monroe en Rubia -si bien con escasas opciones- y con la existencia de Antonio Banderas en la liturgia de los Oscar a la mejor película en todo el mundo, al lado de la mexicana Salma Hayek. Lo que sorprendió fué la sepa del director de cine Carlos Saura, fallecido el pasado febrero, en el memorial de la Academia de Hollywood, un fallo imperdonable para bastantes de los nombres condecorados, incluyendo el franco-suizo Jean-Luc Godard.
La gala contó con un irónico Jimmy Kimmel como profesor de liturgias, pero pese a la chispa inicial, todo quedó en un espejismo y la gala se transformó en una extendida y aburrida sucesión de triunfadores que, salvo contadas salvedades, no sorprendieron a absolutamente nadie. . Entretenida para unos, excesiva para otros, la comunicadora no vaciló en realizar gracietas sobre la humildad de James Cameron, tal como sobre su sepa y la de Tom Cruise en los premios.