Trece Cielos Nombre 1 Ilhuícatl-Metztitlán Ilhuícatl-Meztli Ilhuícatl-Tláloc Ilhuícatl-Tláloc-Metztli Ilhuícatl-Tlalocán Ilhuícatl-Tlalocán-Metztlitlán 2 Ilhuícatl-Citlalcuauhco Ilhuícatl-Cíntlalco Ilhuícatl-Tetlalíloc 3 Ilhuícatl-Tonatiuhtlán Ilhuícatl-Tonatiuh 4 Ilhuícatl-Huitztlán
Quizás no haya enseñanza mucho más hermosa, entre aquéllas que nos legaron nuestros ancestros, que la práctica de ver el cielo con aspecto. De este modo, por poner un ejemplo, entre las ocupaciones mucho más esenciales en la historia del cosmos del hombre es el culto al Sol. Basta rememorar su naturaleza cíclica en el tiempo (que necesita evolución, renovación o trascendencia) para hacernos acordar que su presencia es indudablemente lo más esencial de todo.
Como fijador incesante del caos, el Sol hay que al movimiento. En la cosmogonía nahua, el hombre es el responsable de sostenerla en incesante cambio, ofertando lo mucho más apreciado de su alma viviente: la sangre. Si bien el dominio del Sol sobre la Tierra puede ser en ocasiones armonioso ahora ocasiones turbulento, ningún horror se equipara con los que desencadenaría un Sol inmóvil. Ya que todo cuerpo celeste en movimiento se refleja en un cuerpo humano, este microcosmos se divide según el cosmos mismo.
Ilhuicatl Meztli, primer cielo
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Qué es lo que significa el tercer cielo
El «tercer cielo» es un término bíblico que se utiliza en varias traducciones para referirse al sitio de vivienda de Dios. Asimismo es conocido como el “cielo de los cielos” o el “Paradieso”.
El tercer cielo no es un espacio físico, sino más bien un estado de vida donde mora Dios. Es un espacio de perfección, amor y paz. No hay patología, padecimiento o muerte. En su sitio está la alegría, la alegría y la plenitud.
Infierno
El infierno representa lesiones morales, acciones sin compasión, crímenes cuyo único propósito es ver la perpetuación del mal.
Asimismo se identifica por llevar a cabo trampa para ponerse en una situación de «poder» sin los debidos méritos.
Luzbel – Lucifer
Representación de Satanás de Gustave Doré para el poema épico “Paradise Lost”, de John Milton.
Lucifer («portador de luz»), asimismo popular como Satanás, si bien inicialmente su nombre era Luzbel («bella luz»). Es el Ángel caído mucho más popular de todos y el que mucho más ocasiones hace aparición reflejado en la Biblia, en contraste a otros que se muestran en el Libro de Enoc.