El líder del letrero de Medellín, Pablo Escobar, se consideraba entre los hombres mucho más ricos de todo el mundo, ya que su fortuna superaba los 30 mil millones de dólares americanos, según Forbes.
El colombiano Pablo Escobar Gaviria se transformó en homónimo de impunidad construida sobre la cocaína en la década de 1980. De esta forma lo cubrimos en Forbes hace prácticamente 30 años.
Este artículo fue anunciado inicialmente el 18 de septiembre.
Por Halah Touryalai
En el mes de octubre de 1987, la gaceta Forbes publicó su primer número de Multimillonarios de todo el mundo con prácticamente cien de los mucho más ricos de todo el mundo, incluyendo el rey de la cocaína de Colombia, Pablo Escobar.
En ese instante, el infame cártel de Medellín ganaba proporciones indecentes de dinero por medio de una magistral integración vertical del negocio de la cocaína. El cártel se embolsó por lo menos $7 mil millones en ganancias (sin impuestos, como es natural) solo entre 1981 y 1986.
La participación de Escobar en el letrero de la sustancia se estimó en un 40%. En su lista de multimillonarios de 1987, Forbes estimó que el fluído de caja de Escobar era de cuando menos 3.000 millones de dólares estadounidenses y que su patrimonio neto superaba los 2.000 millones de dólares estadounidenses.
No es de extrañar que el personaje de Escobar en la serie Narcos de Netflix afirme que desea sostener un perfil bajo y eludir llamar la atención. “Si prosigues gastando de esta forma, acabarás en Forbes”, afirma su lugarteniente al principio de su ascenso al poder.
Y acabó en Forbes, y resurgió a lo largo de siete años seguidos. Escobar fue entre los 2 multimillonarios colombianos en la lista de 1987; el otro era Jorge Luis Ochoa Vásquez, quien al lado de sus hermanos tenía el 30% del letrero.
O sea lo que escribió David Henry sobre el imperio de la cocaína de Escobar:
“Supuestamente, Escobar llegó a la cima del letrero de la cocaína reinvirtiendo taimadamente sus primeras ganancias y transformándose en un profesor de las relaciones públicas en Colombia. Primero llamó la atención de la policía de narcóticos en 1975, en el momento en que tenía un trabajo de contrabandista y guardaespaldas. A lo largo de los próximos un par de años, ahorra bastante dinero para comenzar su negocio de tráfico de cocaína. En 1978 transportaba unos 35 kilos de cocaína por mes desde Medellín, Colombia. Escobar, un hombre fornido de cinco pies y siete a quien le agradaba utilizar camisetas de rugby, pantalones chinos y tenis, es un increíble ejemplo de un paisa colombiano, un vendedor de drogas rural belicoso y poco sentimental.
“Con su creciente riqueza, Escobar adquirió un periódico en Medellín, ganó predominación en la política colombiana y se postuló de forma exitosa para cargos públicos, transformándose en una opción alternativa al congreso nacional. Se ganó la reputación de Robin Hood al crear casas para los pobres, tal como 70 campos de fútbol y abrir un zoológico al público. Un integrante de la Administración de Control de Drogas de los USA (DEA) ha dicho cuando la importación de animales exóticos para el zoológico parecía haber provocado a Escobar mucho más inconvenientes con el gobierno que con su negocio de drogas.
“Hoy día, Escobar es buscado en los USA por cargos federales de venta de cocaína, lavado de dinero y sicariato. Escobar ha negado todas y cada una de las acusaciones mediante un letrado, pero acepta haber hecho una iniciativa de amnistía a los integrantes del letrero en 1984, en el momento en que el letrero descaradamente ofreció abonar la deuda nacional de Colombia y irse en lugar de inmunidad. Los fiscales no están seguros de su paradero y no son optimistas de que sea detenido y extraditado. Los gobernantes piensan que está operando comunmente, pero comentan que los márgenes de ganancias se están desgastando con el incremento de la oferta y la prueba de que la demanda está reduciendo.
“Escobar tiene la mayor participación en el cártel, estimada en un 40%, lo que señala un fluído de caja total de cuando menos 3 mil millones de dólares estadounidenses en los últimos tiempos. Los fiscales federales que lo acusaron en Miami no tienen idea dónde ocultó su fortuna, pero tampoco ven pruebas de que dilapidó sus abundantes ganancias.
Escobar continuó en la lista de multimillonarios hasta 1993. Para entonces ahora era un prófugo buscado por organismos gubernativos. Su precio inicial fue de $ 11 millones, al tiempo que su valor neto aún rondaba los $ 1 mil millones.
En su última aparición en la lista, en el mes de julio de 1993, Forbes apuntó perturbadoramente:
“Sospechamos que, como sus hermanos Ochoa (que en este momento están en prisión), Escobar próximamente va a salir de esta lista y, quizás, de esta tierra”.
Escobar murió cinco meses después.
Por el momento, este es el efecto que tuvo Narcos en el interés público de Escobar, según Google plus Trends: