La Alemania nazi y sus ayudantes asesinaron precisamente a 1,5 millones de pequeños, de los que cerca de 1 millón eran judíos.
¿Sabías que hubo una guerra en Europa inmediatamente después de la guerra, que Churchill dejó una horrible hambruna en India, o que hubo judíos en la Gestapo? ¿O que muchas de las cosas que tienes en la cocina salieron de esta riña? ¿Conoces los complejos trucos que utilizaron los soviéticos para mentir a los alemanes o los épicos sacrificios estadounidenses para conseguir algo tan mundano como proveer libros a sus soldados?
En el momento en que semeja que está todo escrito sobre el enfrentamiento de 1939-1945, el historiador y periodista Jesús Hernández nos revela que no es de este modo con Eso no era en mil libro de la Segunda Guerra Mundial de Almuzara editora . En esta entretenida obra, el creador admite el reto de asombrar al lector con capítulos que, seguro, no vas a encontrar en sus libros de historia y que tienen como epílogo estos ciento once hechos espectaculares de la Segunda Guerra Mundial:
El enfrentamiento visto por pequeños y mayores
Una sombra en mi ojo | Netflix
Este último es un joven que trabaja en la HIPO, o Policía Socorrer Danesa construída por la Gestapo, avergonzando a su padre en frente de su madre y su abuela. Al tiempo, la historia muestra a sus personajes principales inferiores.
Potencias Aliadas
USA, Enorme Bretaña, China y la Unión Soviética formaron los Socios, un conjunto que luchó contra el Eje. Entre 1939 y 1944, por lo menos 50 naciones se unirían a la coalición. Trece naciones mucho más se unirían en 1945, dentro: Australia, Bélgica, Brasil, Commonwealth, Canadá, India, Novedosa Zelanda, Suráfrica, Checoslovaquia, Dinamarca, Francia, Grecia, Países Bajos, Noruega, Polonia, Filipinas y Yugoslavia.
Actores primordiales: USA – Franklin D. Roosevelt, Presidente Enorme Bretaña – Winston Churchill, Primer Ministro China – Chiang Kai-Shek, General Unión Soviética – Joseph Stalin, General
La guerra fue impresionantemente despiadado. El intelecto humana se puso al servicio de la destrucción y la desaparición. El prodigioso y reciente proyecto del avión se usó para ametrallar a la población civil y en las trincheras los bandos se atacaban entre sí con mortales armas químicas tóxicas. A lo largo de los primeros tres años, la guerra pareció transformarse en un eventual punto fallecido entre los bloques opuestos. Esta situación cambió en 1917 con la incorporación estadounidense al bando aliado, lo que compensó con creces la retirada de Rusia del enfrentamiento. En la época de 1918, los socios derrotaron a los alemanes en Amiens, a los austrohúngaros en Italia en el mes de septiembre ahora los turcos en Oriente Medio en el mes de octubre. El 4 de noviembre de 1918, Austria se rindió, dejando indefenso al ejército alemán, que se rindió el 11 de noviembre. De esta manera acabó la guerra con el triunfo de los socios.
La novedosa pedagogía de la guerra
Los ecos militaristas y nacionalistas ahora presentes en los currículos alemanes se ahondaron precisamente desde agosto de 1914. El tono del material se realizó mucho más estricto. En este momento, aun los instructores que se pronunciaron contra el elitismo y la fe ciega en la autoridad han comenzado a fomentar el cariño a la patria y el acompañamiento a la guerra. La clase media burguesa asimismo se manifestó en pos del enfrentamiento, lo que causó una suerte de mitin patriótico. Más allá de que ciertos campos de trabajadores y campesinos eran siendo conscientes de los peligros que representaba una guerra para ellos, sus familias y sus vidas, la verdad política no reflejaba estos miedos. Desde el momento en que el Kaiser Wilhelm II declaró en el Parlamento: «¡Aquí no hay mucho más partidos, solo están los alemanes!», reinaba en Alemania la «paz civil». Aun los socialdemócratas, que de todos modos se oponían con vehemencia a la política del Emperador, apoyaron las medidas, y los únicos que expresaron esporádicamente su desunión fueron las figuras agrupadas en un conjunto extremista encabezado por Karl Liebknecht, quien al principio de la guerra todavía se encontraba Ellos eran una clara minoría.