Si bien Anubis era una deidad nacional, se encontraba íntimamente relacionado con los nomos 16 y 18 del Prominente Egipto y singularmente con la localidad de Hardaï, mucho más famosa por el nombre heleno de Cynopolis, que significa «localidad de los perros». .
El nacimiento y abandono de Anubis
Por norma establecida, la religión egipcia semeja poner poco énfasis en el origen de sus dioses. Salvo que la sucesión fuera un problema, como en la situacion de Osiris y Horus, modificaron bastante transcurrido un tiempo.
Asimismo modificaban según la región. Los cultos locales brindaron a los dioses orígenes vinculados a sus centros de adoración, creando muchas tradiciones en rivalidad en todo el valle del Nilo.
Dioses egipcios de la desaparición
La desaparición tuvo una presencia importante en la mitología egipcia, como una parte de un desarrollo de transmigración de las ánimas y preservación del equilibrio universal, el ma’at. Por este motivo, el planeta de los fallecidos (Duat) y nuestro desarrollo de la desaparición fueron acompañados en sus distintas instancias por distintos dioses y deidades, así como:
- Anubis. Señor de las necrópolis, patrón de los embalsamadores y guía de los recién muertos al inframundo, este dios con cabeza de chacal asimismo se ocupaba de pesar los corazones de los fallecidos para poder ver si eran dignos de ingresar en el reino de los fallecidos.
- Osiris. En un inicio un dios del sol, inventor de la agricultura y la religión egipcia, fue un rey mítico que se ahogó en el Nilo, engañado y traicionado por su hermano Seth, quien entonces desmembró su cuerpo y lo extendió por Egipto. Entonces su mujer Iris y su cuñada Nephthys recogieron su cuerpo, lo embalsamaron y momificaron, y Osiris renació en Dumat como señor de los fallecidos y gestor de las leyes eternas de Ma’at. Solo esos dignos de ingresar en el reino de Osiris podrían renacer después.
- Ammit. Diosa llamada «la devoradora de fallecidos», se la representaba como un monstruo con cuerpo de león y cabeza de cocodrilo, con frecuencia con garras de ave rapaz. Desempeñó un papel punitivo en el juicio de los recién muertos, devorando los corazones de los descartados por Anubis, quitándoles la posibilidad de renacer.
- Thoth. Es un dios viejo, asociado con la sabiduría y la escritura, la ciencia, la magia y el saber misterio. La diosa Ma’at, la personificación del orden, es su mujer, y la diosa Seshat es su versión femenina, socia a las bibliotecas, la construcción, la medición y la astronomía. Thoth jugó un papel esencial en la medición de las ánimas que hacía Anubis, en tanto que era él quien anotaba el peso del corazón del difunto y emitía el veredicto pertinente.
- Neftis. Mujer de Seth y ayudante de Isis en la restauración del cuerpo de Osiris, Neftis era una diosa socia tanto con los puntos festivos de la religión egipcia, como con los ritos funerarios y el embalsamamiento. En esta última función, fue la protectora de entre los vasos canopos: los recipientes donde se depositaban los órganos extraídos de las momias. Esta tarea fue efectuada por Nephthys (protectora del vaso Hapi, para los pulmones) adjuntado con Isis (protectora del vaso Amset, para el hígado), Serket (protectora del vaso Qebehsenuef, para los intestinos) y Neit (protectora del el vaso Duamutef, para los intestinos). al estómago).
El nacimiento y abandono de Anubis
Por norma general, la religión egipcia semeja poner parcialmente poco énfasis en los orígenes de sus dioses. Salvo que la sucesión fuera un inconveniente, como en la situacion de Osiris y Horus, estos cambiaron bastante transcurrido el tiempo.
Asimismo cambiaron según la zona. Los cultos locales brindaron a los dioses orígenes vinculados a sus centros de culto, creando muchas tradiciones en rivalidad en todo el valle del Nilo.
Primordiales opiniones egipcias
Para los egipcios, los faraones eran una manifestación de la fuerza divina.
La religión egipcia no era un grupo monolítico y homogéneo de prácticas rituales. Por contra, abarcaba una gran pluralidad de opiniones y prácticas, que tenían en común el vínculo entre el planeta de lo sagrado y el planeta de los humanos.
Anubis y Osiris
Isis no almacena rencor al dios egipcio Anubis, sabe que él —como ella— domina las artes mucho más oscuras y que puede asistirla a efectuar el milagro. Osiris, tras ser ejecutado, fue desmembrado en 14 partes y desperdigado por todo Egipto a fin de que no lo encontraran. La leal Isis fue recogiendo cada parte, una a una, salvo el pene, que había sido devorado por algún pez del Nilo. Pese a ello, la sabia consigue una réplica especial. Tras hacerse con cada una parte del cuerpo ultrajado de su marido, asiste al sabio Anubis, alguien con quien sostiene una extraña relación…
El Dios Chacal hace una venda particular, creando de este modo la que va a ser la primera momia en Historia. Tras eso, es nuestra Isis quien le devuelve la vida a Osiris, consiguiendo concebir un hijo: Horus, quien al final mataría al maligno Seth. Después de eso, el Rey Osiris deja a su familia y entra al reino de los fallecidos, donde ejercita sus derechos como gobernante del mucho más allí, siempre y en todo momento ayudado por su hijo ilícito: Anubis; esta es solo la razón por la cual diríase que Osiris reemplazó a Anubis en su situación.