En la mitología inuit, ningún chamán es tan popular como Kiviok, que ofrecía a los espíritus su luz y calor, con lo que se encontraba dotado de poderes destacables. Con estos dones, se transformó en el chamán mucho más poderoso y tuvo muchas aventuras mientras que viajaba por la Tierra.
Desde el comienzo de los tiempos, los árboles han representado el poder místico y el período de la vida. De ahí que las etnias supieron venerarlas con esmero, llenándolas de mitología, tomándolas como emblema y vinculándolas de manera permanente al destino de los hombres.
No entendemos precisamente de dónde sacó Douglas Adams esta información en el momento en que escribió «La guía del autoestopista galáctico», pero desgraciadamente es absolutamente errada.
Los perezosos son muy precavidos en el momento en que se mueven entre los árboles. Antes de desplazarse, tienen que cerciorarse de que la rama a la que se aferran sea suficientemente fuerte para aguantar su peso. Además de esto, su agarre es impresionantemente fuerte (mucho más fuerte que el de cualquier humano), con lo que probablemente se darían cuenta si agarraran su brazo. Es posible que los perezosos no tengan un enorme cerebro, ¡pero precisamente no son tan torpes!
El Árbol Cósmico
El Árbol Cósmico es de forma frecuente un árbol invertido, un “árbol inverso”. Representa la Creación como un movimiento descendente. Las semillas espirituales del árbol están en el cielo, en el planeta divino, y su copa se prolonga sobre el planeta. Agrupa los tres escenarios del cosmos en un «axis mundi»: el Cielo (planeta de los dioses), la Tierra (planeta de los hombres) y el inframundo (planeta de los fallecidos, de las energías cetónicas).
El Árbol Cósmico está en el centro de todo el mundo, en el Omphalos. Es el pilar central, la columna central, que mantiene el planeta. Entonces se pone el árbol en un espacio sagrado. Los viejos sitios sagrados forman un microcosmos: un paisaje de piedras, agua y árboles. La piedra aquí señala duración y representa la verdad más especial, la indestructibilidad, la estática. El árbol, con su renovación periódica, representa el poder sagrado de los vivos; el agua y la fuente representan las fuerzas segregas del interior de la tierra, la semilla, la purificación. Este paisaje microcósmico se disminuye a un único elemento fundamental: el árbol sagrado o pilar, que representa el cosmos.
El precaución del bonsái es realmente difícil. Son muy débiles.
Falso: Su precaución botánico es sencillísimo. De la misma sus hermanos mayores, los árboles en la naturaleza, todo bonsái precisa tres cosas: aire, agua y mucha luz del sol. Pero sea lo que sea, en interior o exterior, los dos precisan luz del sol, precisan aire en su sustrato, y precisan que les proporcionemos agua a través del riego. El cuidado de tu bonsái lo que buscas es suplir estos tres elementos, a fin de que tu árbol esté sano y saludable.
¿De qué forma te va hasta la actualidad, lo hiciste bien…? Tengo otros mitos y leyendas para ti.