Las distorsiones cognitivas están muy similares con los trastornos del estado anímico, como la depresión, tal como con otro género de enfrentamientos. Es esencial que la persona aprenda a reconocerlos y gestionarlos, puesto que esto reducirá su encontronazo y va a aumentar su confort.
Teoría cognitiva para la depresión
La teoría cognitiva postula una angosta relación entre cognición y emoción. De esta forma, se asigna al pensamiento el papel de ocasionar el estado sensible; y, por su parte, la emoción tiene la aptitud de intensificar la distorsión cognitiva. La perturbación sensible es dependiente de la aptitud de la persona para sentir de forma negativa el ambiente y los hechos que le cubren. De este modo, los contenidos negativos de las cogniciones que se muestran en los trastornos sentimentales son, según Beck, idénticos a los de cualquier persona en situación de pérdida o amenaza real. La diferencia está en el número y nivel de distorsiones cognitivas que comete el sujeto; y, consecuentemente, en la insuficiencia de su accionar y también intensidad sensible.
¿CÓMO TRABAJAR CON LAS DISTORSIONES COGNITIVAS?
Existen muchas formas de trabajar con las distorsiones cognitivas. Te sugiero que lo hagas en tres pasos:
Esta labor no es moco de pavo, pues nuestra cabeza es como una autopista, pasan millones de pensamientos y solamente nos ofrecemos cuenta.
¿De qué manera eludir que las distorsiones cognitivas estimulen el malestar sensible?
Conducir o reorientar las distorsiones cognitivas (pensamientos dañinos) es primordial para una aceptable salud sensible. Por consiguiente, entender “qué son las distorsiones cognitivas” y estudiar a reconocerlas puede asistirnos a desarrollar un pensamiento racional, propósito y prosperar nuestro confort sensible.
- Entender: percibir, ver y detallar lo que verdaderamente pasa, en vez de contemplar mi versión.
- Aceptación: reconocimiento y descripción de hechos sin valorarlos. No juzgamos lo que observamos.
- No ofrecer relevancia a las cosas, se deriva del término previo.
Géneros de distorsiones cognitivas
Ahora he compendiado ciertas distorsiones cognitivas más habituales. Y para hacer más simple la entendimiento del lector, lo acompaño con oraciones reales escuchadas en mis sesiones de terapia. Seguramente muchas de ellas te suenan…
- Personalización: Atribuirte a ti hechos que de todos modos se tienen que a causantes externos. «Daniel se encontraba realmente serio el día de hoy, estoy convencido de que algo anda mal conmigo».
- Pensamiento dicotómico: Interpretar hechos en términos absolutos, sin estimar puntos intermedios. Lo identificarás por la utilización repetido de expresiones como «todo», «nada», «siempre y en todo momento» y «jamás». “Si no consigo el trabajo habré fracasado y jamás mucho más volveré a tener una ocasión como esta”
- Hipergeneralización: Sacar conclusiones en general desde un hecho apartado. «Sara no me respondió, siempre y en todo momento se olvida de mí»
- Lectura de pensamientos: Ofrecer por sentado lo que el otro está pensando o sintiendo, con poca o ninguna prueba para asegurar la suposición y ningún intento de corroborar o negar él. «No me preguntó sobre el emprendimiento pues piensa que no lo conseguiré»
- Razonamiento sensible: Opinar que las malas intenciones reflejan siempre lo que verdaderamente son las cosas: «Lo siento, entonces es cierto > > Me siento culpable, entonces soy culpable” “Decidí separarme pues no era feliz y pues no sabía de qué forma llevarlo a cabo mejor y es mi culpa que mi hijo no disfrute de sus progenitores juntos”
- Catastrofismo: Imagine y especule el peor resultado viable con independencia de su posibilidad de ocurrencia. O calificar la situación de inaceptable y también molesto en el momento en que de todos modos no es así tanto. «¿Qué sucede si estoy solo mi vida?»
- Etiqueta: Use etiquetas para detallar hábitos y personas. Tenemos la posibilidad de realizar esto con el resto tal como con nosotros. «Esa tarde me comí 4 donas yo solo, soy un cerdo asqueroso».
- Abstracción selectiva (filtro mental): Es una suerte de efecto túnel. Evaluación de un hecho o experiencia desde un solo aspecto de la situación, ignorando el resto. Es como una gota de tinta que mácula todo el cántaro de agua. “El día de hoy tuve un mal día pues llegué tarde al trabajo y mi jefe me regañó”
- Fallo de adivino: Este pensamiento irracional radica en llevar a cabo una predicción y después persuadirse de que es un hecho ahora predeterminado. El inconveniente aparece en el momento en que confundes una oportunidad con una posibilidad. “Me agradaría trabajar en algo relacionado con la música, pero sé que no voy a poder vivir de eso y quiero dejarlo de lado y concentrarme en lo que tengo”
- Falacia de la recompensa divina «El tiempo lo cura todo» o «el tiempo pone las cosas en su sitio» ¿Te suena? Bueno, no totalmente de esta manera. El tiempo por sí mismo no hace nada, es únicamente una intensidad, lo esencial son las acciones que se efectúan a lo largo de ese tiempo. El riesgo de esta creencia irracional es que nos regresa pasivos en frente de nuestros inconvenientes. “Todavía no he decidido qué llevar a cabo sobre esto, pero bueno, transcurrido el tiempo las cosas se van a ir aclarando”
Generalización excesiva
Hablamos de sacar conclusiones en general de hechos particulares, que esto es, si algo negativo sucedió en una ocasión, debe aguardar que vuelva a ocurrir. Por servirnos de un ejemplo, si una chavala repudia a un joven, puede generalizar que todas y cada una de las mujeres lo rechazarán más adelante.
La persona escoge un aspecto negativo de cualquier situación y se enfoca de forma exclusiva en él, dándose cuenta de esta manera de que toda la situación es negativa. Ejemplo: la mujer que solo trata de destacar lo desordenado que es su marido con el resto, sin comentar los distintos puntos que de todos modos son mayores que los negativos como “responsable”, “trabajador”, “amoroso”, entre otros muchos.