Virginia Giuffre aseveró ser obligada a tener relaciones íntimas con el príncipe Andrew en el momento en que era individuo que aún no ha alcanzado la edad adulta y tenía 17 años. En el primer mes del año de 2022, una vez que los tribunales estadounidenses se negasen a desechar la demanda por abuso sexual, la Reina retiró sus honores militares y el patrocinio real.
LONDRES (AP) — Desde su servicio de ambulancia en la Segunda Guerra Mundial hasta ser inmortalizada en una canción de los Beatles, la reina Isabel II fue la única monarca que la mayor parte de la multitud en Enorme Bretaña conoció. Ella reinó a lo largo de siete décadas sobre una Enorme Bretaña que se había restaurado de la guerra y perdió su imperio antes de fallecer a los 96 años el jueves en el castillo de Balmoral en Escocia.
Aguantando a 15 primeros ministros, desde Winston Churchill hasta Liz Truss, transformándose en una institución y un ícono, un accesorio y una presencia reconfortante aun para esos a quienes no les agradaba la realeza. Fue la monarca con el reinado mucho más largo en la historia británica, conocida por su historia de servicio público, pero asimismo por sus estimados corgis y su sentido del humor especialmente travieso.
El príncipe Andrés y Jeffrey Epstein
Entre los peores escándalos que encaró la reina en su última etapa fue el de las acusaciones contra el príncipe Andrés con relación a su relación con el pederasta convicto Jeffrey Epstein.
En el centro de las acusaciones se encontraba Virginia Giuffre, quien adujo que Epstein la traficó y la forzó a efectuar actos sexuales con sus amigos, entre ellos el príncipe Andrew, en el momento en que ella tenía 17 años. Asimismo mencionó que la realeza sabía que ella era individuo que aún no ha alcanzado la edad adulta en los USA en ese instante.
Contestación a la desaparición de Diana Spencer (31 de agosto
Homenajes florales a Diana, Princesa de Gales en su casa en el Palacio de Kensington, Londres | Crédito: Tim Graham Photo Library por medio de Getty Images
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Time ha documentado todas las reacciones de la familia real frente la novedad de la desaparición de Diana Spencer, siendo quizás la de la reina Isabel II entre las mucho más discutidas.