Saltar al contenido

Qué cosas perdona Dios

Mateo 12:31. ?De ahí que les digo, todo pecado y blasfemia va a ser perdonado a los hombres; Pero, ¿no va a ser perdonada la blasfemia contra el Espíritu?

“Por el hecho de que si perdonáis a el resto sus ofensas, tu Padre celestial asimismo les disculpará a nosotros. Pero si no perdonáis a el resto sus ofensas, tampoco tu Padre les disculpará las vuestras” Mateo 6:14-15 (NVI)

Posiblemente estés tolerando de ciertas lesiones profundas que llevas cargando a lo largo de meses , quizás aun años. En el momento en que piensas en la persona que te hirió, todavía está tan fresco tal y como si hubiese sucedido esta mañana. El mal prosigue ahí y todavía andas lleno de resentimiento.

¿Cuál es el pecado no puede ser perdonado? Espíritu Beato. La blasfemia contra el Espíritu Beato es mencionarle a Jesús que él no es el Hijo de Dios, o decirles a los seguidores de Jesús que son desalmados. La Biblia afirma en Mateo 12: 31-32 «Entonces dije a ellos: Cualquier persona que blasfeme contra el Espíritu Beato no va a tener perdón para toda la vida, sino va a ser culpable de pecado eterno. Y cualquier persona que hable una palabra contra el Hijo del Hombre, le va a ser perdonado; pero cualquier persona que hable contra el Espíritu Santurrón no va a ser perdonado. perdonado, ni en este planeta ni más adelante.”

Este pecado es el único que es imposible perdonar por el hecho de que es un rechazo directo a Jesús y su Espíritu Beato. Al negar a Jesús, uno está rechazando el único sendero de salvación. La Biblia afirma en Juan 14:6 «Jesús le respondió: Yo soy el sendero, y la realidad, y la vida; absolutamente nadie viene al Padre sino más bien por mí”. Entonces, si un individuo no admite a Jesús como su Salvador, no hay perdón para él y va a ser culpado a la eternidad en el lago de fuego.

Al perdonar a los que pecan contra nosotros

Al soliciar a Dios que nos perdone a «nosotros», pidiendo colectivamente el perdón de los errores de todos, confesamos que nos encontramos llamados a perdonar asimismo a los que pecar contra nosotros. Como cristianos, pecamos con regularidad contra Dios y asimismo pecamos contra otra gente. En Mateo 22:37-39 En este versículo, Jesús nos comunica que el mayor mandamiento es querer a Dios, y “el segundo es afín: ‘Amarás a tu prójimo como a ti’”. En este versículo, somos llamados a una vida de amor y perdón. Tal como Dios nos ha perdonado, debemos perdonar a el resto (Colosenses 3:13).

Todos nosotros puede meditar en un instante en que alguien nos logró daño. Todos tenemos la posibilidad de rememorar un acto verdaderamente lamentable que alguien mucho más cometió contra nosotros. ¿Tenemos la posibilidad de verdaderamente aguardar que perdonemos a esos que nos han insultado, calumniado e inclusive lastimado a nosotros oa nuestros conocidos cercanos? La contestación es sí. En el Salmo 103, Dios se detalla así el día de hoy:

Toda vez que le solicito a Dios que me perdone por mis errores, hago todo lo que es posible para meditar en todo el mal que he hecho para lograr confesarlo. Pero ¿qué ocurre con las cosas que no recuerdo? ¿Dios asimismo los excusará?

La multitud acostumbraba a mandarle a Billy Graham muchas cuestiones. Durante las décadas, respondió varias cuestiones en una columna de un periódico sindicado llamada «Mis respuestas». Este es uno.

Agradezco que desees buscar el perdón de Dios por las cosas que hiciste mal. Temo que de forma frecuente es bastante simple para nosotros ignorar nuestros errores y fingir que no son verdaderamente serios.

Para ser mucho más claro…

“(…) No hay límites para la clemencia de Dios, pero quien deliberadamente se niega a admitir la clemencia de Dios a través del arrepentimiento, repudia el perdón de sus errores y la salvación que proporciona el Espíritu Beato. Tal endurecimiento puede conducir a la condenación final y la perdición eterna” (Catecismo de la Iglesia Católica, 1864).

No es que haya gente que se pase la vida diciendo que las proyectos de Cristo son verdaderamente de Satanás -si bien las haya- pero es suficiente con que nos cerremos a la clemencia de Dios, pensando que nuestro pecado es mayor que su clemencia

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *