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Qué dice 1 Juan 5 4

4 Pues todo cuanto es nacido de Dios vence al planeta; y esta es la victoria que vence al planeta: nuestra fe.

UNA PERSPECTIVA TEXUAL

Entre las patentizas mucho más esenciales de la validez de este pasaje es que hace aparición en la traducción siríaca famosa como “Peshita” (versión fácil o fácil). Lo importante es la antigüedad de esta traducción, que data del siglo II d.C. Aparte de Juan 5:4, otros muchos pasajes del Nuevo Testamento basados ​​en el Artículo Recibido hallan acompañamiento en la Peshitta. Pero, como era de aguardar, los defensores del Artículo Crítico fechan la Peshitta en el siglo IV para deponer entre las ediciones mucho más viejas de la Biblia que respalda la lectura del Artículo Recibido de múltiples contenidos escritos «controvertibles».

El artículo de Juan 5:4 no es espurio; es un artículo que está en la tradición textual griega del Nuevo Testamento que la iglesia ha utilizado desde hace tiempo. La información que ofrece este artículo aclara la lectura, en especial para comprender el versículo 7. La cuestión del ángel que bate el agua puede ser un hecho real o sencillamente una acción gráfica del fundamento por el que la multitud se reunió cerca del estanque. Las especulaciones que se hacen a favor o en contra, sean de la verdad o de la superstición, de ningún modo inutilizan el artículo y su presentación del fundamento de la asamblea del pueblo.

Enfoque en el pecador

Viendo hacia atrás en 1 Juan 5:16, en este momento podemos consultar que el enfoque de Juan no se encontraba verdaderamente en el PECADO, sino más bien en el PECADOR. El interrogante que desea que hagamos no es: «¿Ha cometido mi hermano un pecado que puede o no ser perdonado?», sino más bien: «¿Es mi hermano ALGUIEN QUE transporta o no el pecado a la desaparición?» O, para decirlo de otro modo: «¿Es esta persona alguien que va a recibir o no el perdón de Dios únicamente sobre la base de que Jesús murió por él?» Si desean, debemos rezar por ellos. Pero si tememos que no lo sean, Dios no nos prohíbe rezar por ellos.

Si conoces a un católico que pelea con el pecado, ¿por qué razón no te tomas un instante para rezar por él en este preciso momento? Si lo quiere, puede emplear las expresiones de 1 Juan 1:8-9.

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