3 Jehová se me manifestó hace un buen tiempo, diciendo: Sí, con amor eterno te he amado; de ahí que te he atraído con clemencia.
Hace un buen tiempo, el Señor se realizó presente y me ha dicho: “Te amo con un amor eterno. De ahí que te extiendo mi clemencia. Jeremías 31:3
¿Sabes? Siempre y en todo momento te amaré, vales bastante para mí, eres lo destacado de mi creación, no te sientas inferior a el resto, no te menosprecies por el hecho de que yo te hice único y particular, mis proyectos contigo no son iguales, conque no dejes que tu cabeza se llene de pensamientos negativos y contrarios a eso que yo pienso de ti…
Explicación de Jeremías 31:3
Es hora de investigar Jeremías 31:3 en aspecto y descubra el fantástico mensaje que se oculta tras sus expresiones.
En los instantes mucho más oscuros y bien difíciles, el Señor manda un mensaje de amor a los cautivos. Pero es un mensaje diferente, trascendental, no igualado por ningún sentimiento o intención humana.
Jeremías 31:3 – “Con amor eterno te he amado” Palabra de Jehová
El término “aguantar” se puede traducir de muchas formas, y de este modo lo dijo la Biblia múltiples traductores. Lo que el evangelista desea comprender es que Dios amó con tanto amor a Israel que aguantó todo cuanto ellos aguantaron. Pues en su condición de Dios, puede transformarse y volverse como nosotros.
Se conoce que Dios es misericordioso, pero en ese tiempo Israel era un pueblo esclavizado. El Señor se mostró mucho más misericordioso que en otros pasajes, por el hecho de que al notar todo cuanto sufrían, y al perdonar todas y cada una de las faltas y atrocidades de Faraón, su clemencia se realizó sin limites.
Jeremías 31 hablado
Posiblemente solo una oración no te asista a entender la intensidad del amor de Dios, conque empecemos por entender el capítulo en el que está este versículo. Este es un vídeo de Jeremías 31 con el producto terminado que te va a ayudar a ingresar de lleno en este tiempo de oración.
Entonces puedes leer el producto terminado, conque deja de preocuparte si te pierdes algo. Sentir primero y leer después es la mejor forma de saber y entender un producto sagrado, singularmente si se recita con la voz idónea para la oración. ¡Adelante con el vídeo!