Saltar al contenido

Qué dice Juan 16 13

13 Pero en el momento en que venga el Espíritu enserio, él les guiará a toda la realidad; pues no charlará por su cuenta, sino todo cuanto oiga charlará y les anunciará las cosas por venir.

preguntó Siya.

Me agradaría comprender: ¿Quién es el “Espíritu de la realidad” en este artículo?

En el momento en que venga el Espíritu enserio, él les guiará a toda la realidad. Juan 16:13

¿Has estado en algún momento en un espacio donde la realidad semeja estar oculta de ti? Siempre y en todo momento nos encontramos intentando de tomar resoluciones en la vida como: ¿con quién nos marchamos a desposar? ¿Qué haremos tras la facultad? ¿Qué trabajo debemos admitir? ¿En quién tenemos la posibilidad de confiar? ¿Quién nos comunica la realidad? ¿Quién nos engaña? ¿Deberíamos mudarnos o quedarnos en este sitio?

Como humanos, nos encontramos limitados en nuestras capacidades para saber cuál es la opción mejor para seleccionar. No obstante, como fieles, nos encontramos llenos del Espíritu Santurrón que nos guiará a toda la realidad. El Espíritu de la realidad sabe todo sobre nosotros, nuestra familia y amigos, y el planeta. Nada está oculto al Señor. Como sus hijos, disponemos ingreso a él y él nos guiará por el sendero preciso.

Reflexión: Jo 16,12-15

El Espíritu Beato es una fuerza que inspira, comunica, revela y también impulsa. Es como resultado o prueba de su participación en nuestra historia que la Iglesia pervive en el tiempo, en ocasiones desperdigada, en ocasiones equivocada o desengañada o polarizada, pero siempre y en todo momento marcando la pauta en un sendero persistente de perfección. Sin lugar a dudas, se cometieron varios fallos, como en todo trabajo en el que participa el libre albedrío del humano, no obstante, siempre y en todo momento predominó la aptitud de autocrítica, de corrección e incluso de reparación, reparando y pidiendo perdón. Es el Espíritu Santurrón quien la guía y resguarda y le da la aptitud de reinventarse y corregirse, manejando a toda la raza humana, el Pueblo Escogido, a la Vida Eterna. Su crónica no estuvo exenta de enormes óbices y adversidades, de contradicciones, fallos y horrores, pero asimismo de enormes ejemplos que supieron relucir en los instantes mucho más bien difíciles, señalando el Sendero del Señor. Esta es la obra del Espíritu Beato, como lo es la redacción de los Evangelios, la selección de los autores de los medios, la selección de los contenidos escritos y las traducciones. Es exactamente la misma Palabra de Dios que fue reunida en los libros que conforman la Biblia, por inspiración y soplo del Espíritu Beato. Por el hecho de que ninguno de estos libros salió de la nada y aun de esta manera su sabiduría, su hermosura y su calidad literaria fueron reconocidas por todo el planeta, sin importar un mínimo credo, temporada o nacionalidad. Aun el día de hoy, la Biblia es el libro mucho más editado y anunciado en el planeta. Absolutamente nadie puede denegar su valor y todos los que se aproximan a él sinceramente y humildad quedan deslumbrados al conocer la Verdad, por el hecho de que o sea lo único que tratan sus páginas de principio a fin. Y sucede que es la Palabra de Dios, que tiene la aptitud de llegar a todos, llenando el vacío o el interrogante que estabas intentando encontrar. Da igual la temporada, ni la nacionalidad, ni la condición popular, la Biblia tiene las respuestas a todas y cada una de las cuestiones que los hombres se hicieron o se van a hacer. Y esta, de hecho, es la Palabra de Dios confirmada por nuestro Señor Jesucristo, Su Hijo, que vino a revelarnos que Dios es Su Padre, que lo envió para socorrer, como lo había prometido a Su Pueblo por boca. de los profetas, lo que de hecho, llegado el instante, logró, muriendo y resucitando por nosotros, sellando de esta forma terminantemente su coalición con nosotros. En el momento en que venga el Espíritu enserio, él les va a dar a comprender toda la realidad, pues no charlará por su cuenta, sino charlará lo que ha oído y declarará lo que va a suceder.

Un despacio susurro

En los últimos tres devocionales, vimos los principios de de qué forma debemos contestar en el momento en que nuestras vidas están en crisis. El último principio está en 1 Reyes 19:11–12:

Jehová le ha dicho: “Ve afuera y párate en la montaña enfrente de Jehová. En ese instante pasó el Señor, y un viento fuerte y fuerte partió los montes y quebró las rocas enfrente del Señor; pero Jehová no se encontraba en el viento. Tras el viento hubo un terremoto; pero Jehová no se encontraba en el terremoto. Tras el terremoto hubo un incendio; pero Jehová no se encontraba en el fuego. Y tras el fuego hubo un pequeño y especial silbido.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *