Jano, entre los dioses mucho más atrayentes de la mitología romana vieja, se representa con la manera de un ser con 2 caras opuestas, viendo en direcciones opuestas.
FRANCISCO REYES / TORONTO / En el panteón de la mitología romana existía un dios llamado Jano o Jano, representado con 2 caras que se miraban de perfil. Era el dios de ámbas puertas; el dios de los inicios y los finales.
¿Por qué razón se representó a Jano con 2 caras? La razón hay que procurarla en el tiempo, como tal. Un rostro miraba al pasado (el año que pasó) y el otro, al futuro (el año que empezó). Por este motivo, Julio César le dedicó el primer mes del año: Ianuarius o Januarius.
Biografía de Jano
Según una versión, fue un mortal deificado posterior que radicó en Tesalia. Viajó al Lacio y fue recibido por el rey de la comarca de Cameses, tras cuya muerte comenzó a reinar a solas.
Recibió a Saturno (Cronos) en el momento en que fue desterrado por Júpiter (Zeus), quien como recompensa Dios le dio el don de entender el pasado y el futuro.
Jano mira el año nuevo con una cara y con la otra se despide del año que pasa
Al principio de un nuevo año sin saberlo adoramos a Jano Bifronte, el dios de roma del tráfico y los comienzos. El dios Jano-Quirinus es el padre de Fontus, dios de las fuentes, cataratas y pozos y también hijo de Apolo y Creuza. Como personaje de la mitología en la vieja Roma, fue reconocido como el primer rey de Roma. Según la historia de historia legendaria, dirigió una colonia etrusca y la asentó en una colina del Lacio. La colina se llamó «Janicula» (Colina de Jano), donde después se edificaron las murallas de Roma.
El dios Jano de la mitología romana. El «Ianitor» o guardián de las puertas
Jano tiene 2 caras, una que mira al pasado y otra que apunta al futuro. Para él no hay presente; el presente es solo el momento fugaz que divide lo que salió de lo que está por venir, sin prestar atención ni detenerse en ninguno de los 2.
Jano a en la mitología romana, es el dios de las puertas, inicios, portales, transiciones y finales. De ahí que se le consagró el primer mes del año y se le invocó públicamente el primero de enero, mes que proviene de su nombre (que en castellano pasó del latín Ianuarius a enero y janero y de ahí a Enero).
Jano se representa con 2 caras, si bien su cabeza, la tercera, es colosal (la que tiene entre las piernas) viendo a los dos lados de su perfil y no posee semejante en la mitología griega. El Janículo, una colina ubicada en Roma, debe su nombre a este dios.