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Qué es la falacia divina

La falacia de la recompensa divina: Se estima que un día van a recibir todo el sacrificio efectuado, imaginan que hay alguien ?superior? que transporta la cuenta de todo cuanto hizo. La persona se regresa muy resentida en el momento en que ve que la recompensa aguardada no acostumbra llegar.

La falacia divina, o razonamiento de incredulidad personal, es un género de razonamiento sin ningún sentido afín a este:

No puedo comprender esto. En consecuencia, un dios debía realizar esto

Géneros de distorsiones cognitivas

Es esencial estudiar a detectar las distorsiones cognitivas para estudiar herramientas para superarlas. A fin de que esto sea posible, es esencial conocerlos y entenderlos. Mostramos los pensamientos distorsionados más frecuentes.

Esos instantes en los que nos quedamos solo con las cosas negativas y no tenemos la posibilidad de advertir y filtrar todos y cada uno de los puntos positivos. Además de esto, estos pensamientos negativos se magnifican, pensando que la situación es considerablemente más grave de lo que verdaderamente es.

¿Exactamente en qué se fundamenta una aceptable actitud frente a los fallos de pensamiento?

Una actitud frente nuestros fallos cognitivos se apoya en tres conceptos:

  1. Entender: percibir, ver y detallar lo que verdaderamente pasa, en vez de contemplar mi versión.
  2. Aceptación: reconocimiento y descripción de hechos sin valorarlos. No juzgamos lo que observamos.
  3. No ofrecer relevancia a las cosas, se deriva del término previo.

Géneros de distorsiones cognitivas

Ahora he compendiado ciertas distorsiones cognitivas más habituales. Y para hacer más simple la entendimiento del lector, lo acompaño con oraciones reales escuchadas en mis sesiones de terapia. Seguramente muchas de ellas te suenan…

  • Personalización: Atribuirte a ti hechos que de todos modos se tienen que a componentes externos. «Daniel se encontraba realmente serio el día de hoy, estoy convencido de que algo anda mal conmigo».
  • Pensamiento dicotómico: Interpretar hechos en términos absolutos, sin estimar puntos intermedios. Lo identificarás por la utilización repetido de expresiones como «todo», «nada», «siempre y en todo momento» y «jamás». “Si no consigo el trabajo habré fracasado y jamás mucho más volveré a tener una ocasión como esta”
  • Hipergeneralización: Sacar conclusiones en general desde un hecho apartado. «Sara no me respondió, siempre y en todo momento se olvida de mí»
  • Lectura de pensamientos: Ofrecer por sentado lo que el otro está pensando o sintiendo, con poca o ninguna prueba para asegurar la suposición y ningún intento de corroborar o negar él. «No me preguntó sobre el emprendimiento pues piensa que no lo conseguiré»
  • Razonamiento sensible: Opinar que las malas intenciones reflejan siempre lo que verdaderamente son las cosas: «Lo siento, entonces es cierto > > Me siento culpable, entonces soy culpable” “Decidí separarme pues no era feliz y pues no sabía de qué forma llevarlo a cabo mejor y es mi culpa que mi hijo no disfrute de sus progenitores juntos”
  • Catastrofismo: Imagine y especule el peor resultado viable con independencia de su posibilidad de ocurrencia. O calificar la situación de inaceptable y también molesto en el momento en que de todos modos no es así tanto. «¿Qué ocurre si estoy solo mi vida?»
  • Etiqueta: Use etiquetas para detallar hábitos y personas. Tenemos la posibilidad de realizar esto con el resto tal como con nosotros. «Esa tarde me comí 4 donas yo solo, soy un cerdo asqueroso».
  • Abstracción selectiva (filtro mental): Es una suerte de efecto túnel. Evaluación de un hecho o experiencia desde un solo aspecto de la situación, ignorando el resto. Es como una gota de tinta que mácula todo el cántaro de agua. “El día de hoy tuve un mal día pues llegué tarde al trabajo y mi jefe me regañó”
  • Fallo de adivino: Este pensamiento irracional radica en llevar a cabo una predicción y después persuadirse de que es un hecho ahora predeterminado. El inconveniente aparece en el momento en que confundes una oportunidad con una posibilidad. “Me agradaría trabajar en algo relacionado con la música, pero sé que no voy a poder vivir de eso y quiero dejarlo de lado y concentrarme en lo que tengo”
  • Falacia de la recompensa divina «El tiempo lo cura todo» o «el tiempo pone las cosas en su sitio» ¿Te suena? Bueno, no completamente de esta forma. El tiempo por sí mismo no hace nada, es únicamente una intensidad, lo esencial son las acciones que se efectúan a lo largo de ese tiempo. El riesgo de esta creencia irracional es que nos regresa pasivos en frente de nuestros inconvenientes. «Todavía no he decidido qué llevar a cabo sobre esto, pero bueno, transcurrido un tiempo las cosas se aclararán»

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