La diferencia es la clase. Un señor o señor es alguien que tiene tierra y ahora está. Un barón tiene una baronía, un castillo y el territorio circundante.
Vicente Gil examina el día de hoy en LA TORCHA con Gisela Turazzini, Pedro Muñoz Abrines y Paula Baena la novedad de este miércoles marcada por la caída del 30% de Credit Suisse, entre las entidades financieras, aparentemente, mucho más soluciones en la Suiza. El banco solicitó al Banco Central Suizo que lo rescatara. El contagio del temor en España fue inmediato. El Ibex perdió un 4,37% y los bancos un valor de 24.000 millones.
El colapso del Banco de Silicon Valley amenaza con transformarse en otro colapso mundial. La presión en este momento está sobre los bancos centrales y, particularmente, sobre el Banco Central Europeo, que se estima que vuelva a subir las tasas de interés mañana. Frente a la cadena de temor liberada, el planeta financiero presiona a Christine Lagarde para relajar la política de tipos altos emprendida para contener la inflación.
¿Qué provecho tiene un marqués?
Ser marqués el día de hoy es sencillamente un título honorífico de distinción. O sea, su único privilegio es el trato protocolar, así como establece la Ley de igualdad entre hombres y mujeres en el orden de sucesión de los títulos nobiliarios de 2006.
¿Qué se precisa para ser padre en Inglaterra?
El 12 de agosto de 1806 concluía la Reconquista de Buenos Aires. Tras una feroz pelea por las calles de la comarca, los ingleses debieron rendirse a su antojo. Desembarcaron en Quilmes el 25 de junio con un poderoso escuadrón a cargo de Sir Home Popham y mucho más de 500 hombres a cargo del general Guillermo Carr Beresford. Esta invasión, conmemorada como la primera invasión inglesa, significó la incorporación del Río de la Plata al combate mundial entre Inglaterra y Francia y la cristalización de la estrategia de los círculos comerciales y políticos ingleses sobre la conveniencia de respaldar la independencia de América del Sur. y tomando de su mercado de riquezas incalculables. No obstante, en 1741 se había elaborado un plan que planteaba la liberación de las colonias españolas, ya que según el producto: «Se ajusta a un pueblo libre como el de charla inglesa poner a el resto precisamente en exactamente las mismas condiciones puesto que el comercio inglés es favorecida en presencia de las naciones libres de América del Norte. La próxima es una carta del Comandante de Escuadrón Comodoro Popham a Lord Castlereagh en
Buenos Aires es la mejor situación comercial en Sudamérica. Es el gran centro y emporio del comercio de sus provincias, es el cauce por donde pasan anualmente una gran parte de las riquezas de los reinos de Chile y Perú, virtudes tan poderosamente exaltadas en una publicación provincial y semanal que yo tengo en mi poder (El Telégrafo Mercantil de Buenos Aires), que el gobierno español se vio obligado a intervenir y asimismo parar su avance, ya que como es lógico fue escrito para inducir a Enorme Bretaña a aprovecharse del estado negligente en que han quedado estas valiosas colonias . de la metrópoli. (…) Asimismo es fruto de la obra antes citada que anualmente entran por el puerto de Montevideo seiscientos navíos de cabotaje y ciento treinta navíos de Europa; y que próximamente va a salir el mismo número; pero en esta comunicación comercial las expropiaciones, impuestos y restricciones son tan arbitrarias que los naturales están en estado de rebeldía. Hasta aquí me he ocupado primordialmente del comercio de exportación de estas colonias, que disfrutan de todas las virtudes de un fácil transporte a través del Paraguay y otros inmensos ríos navegables a cientos de millas de Buenos Aires. Estas virtudes se aplican del mismo modo a la importación de manufacturas de Enorme Bretaña, y como consideramos que al menos seis mil individuos están al alcance de semejante pluralidad, me atrevo a decir que ningún estímulo temporal a nuestras ciudades manufactureras va a ser bastante. justificar el intento ahora mismo agitado, aun bajo esperanzas de éxito menos que deseables. (…)
Un ilustre mercader londinense me advirtió (…) que Montevideo se encontraba muy indefensa, que mil hombres de forma fácil tomarían la plaza y Buenos Aires, que es una localidad abierta; que cuando las tropas españolas se hubiesen separado del país, los originarios retendrían de manera fácil la posesión del mismo, mediante novedades en sus impuestos de exportación y también importación, y otros impuestos pesados y opresivos (…).