Entre la clase noble había (y hay) un orden de rango, comunmente del mucho más prominente al mucho más bajo, siendo duque (el mucho más prominente), marqués, conde, vizconde y barón.
Los títulos y rangos nobiliarios tienen una extendida historia, que se remonta a las sociedades feudales de europa. Estos títulos y situaciones de forma frecuente se asociaron con la propiedad de la tierra y el poder político y prosiguen teniendo un concepto cultural hoy en dia, aun en las democracias modernas.
En la parte de arriba de la jerarquía de los títulos nobiliarios está el monarca, asimismo popular como rey o reina. El monarca es la persona de sobra prominente rango en una monarquía y tiene la máxima autoridad sobre el reino. Bajo el monarca están los distintos nobles: duques, condes, vizcondes, barones y caballeros.
Príncipe Luis de Cambridge
Príncipe Luis antes de su cuarto cumpleaños el 23 de abril de 2022. La fotografía fue tomada a inicios de abril en Norfolk por su madre.
Fecha de nacimiento: 23 de abril de 2018 Lo que hay que entender: el príncipe Luis, cuarto en la línea de sucesión al trono, llegó a lo largo de una temporada alta para la familia real: nació unas semanas antes de la boda de 2018 del príncipe Harry y megan
Pero ¿de qué sirve ser conde, marqués o grande?
Tener un título y, más que nada, ser Grande de España significaba disfrutar de distintas permisos, según la temporada histórica: por poner un ejemplo, cobrar alquiler, poder entrar de forma directa a puestos mucho más altos (y mejor pagados) en la ejército o hallar entrada gratis al Palacio Real a la galería de retratos.
El día de hoy, por fortuna, no quedan ninguno de estos permisos, además de que te tienen la posibilidad de invitar a una boda real o que tienes mucho más opciones de mostrarse en Hola. El último privilegio legal en ocultar fue en 1984: viajar con pasaporte diplomático.