Este es la situacion de la expresión ?ser mucho más falso que un hispalense duro?, esa sobre alguien que es jactancioso, fariseo o farsante. Su etimología nos charla de la España del siglo XIX y sus inconvenientes monetarios y, más que nada, del sentimiento habitual dadas estas pérdidas.
Las “sevillanas duras” eran monedas falsas que comenzaron a llegar a Sevilla en el siglo XIX. El número de falsificadores va a ser tan enorme que su empleo va a ser el mucho más basto de la península y producirá las llamadas “fals con un hispalense duro” para referirse a un individuo que no es franca. El gobierno de Alfonso XIII al final acordó cambiar los «duros de Sevilla» por moneda de curso legal para retirarlos de circulación.
Las monedas son justas con pseudónimos de metales nobles y tienen el valor de sus pesos en plata u oro. En el Estado cohabitan mucho más de 90 monedas de curso legal, entre peninsulares y colonias: diners, escuts, maravedísos, rals de billó, rals castellans, lliures mallorquines, doblers, rals d’or, rals d’ardits, pesetas, etcétera. Lamentablemente los intentos precedentes, no va a ser hasta finales de 1868 que se impondrá una moneda única de origen catalán -la peseta- en todo el Estado, según el método del asesor de Hisenda, Laureano Figuerola. Un desarrollo de unidad monetaria que resaltaría las leyes económicas y políticas de otros países de europa en el contexto de la Charla Monetaria En todo el mundo, cuyo propósito era hacer una moneda universal, que está por venir.
“ERES MÁS FAMOSO QUE UN SEVILLANO DIFÍCIL”
Esta lapidaria oración enmarca un capítulo muy descriptivo de la historia picaresca de España a fines del siglo XIX y principios del XX.
En el mes de septiembre de 1894, el directivo de la sucursal de Barcelona del Banco de España envió doce de duras de plata de calidad a la Casa de Moneda de La capital española, sospechando que podían ser falsos; 4 de ellos resultaron serlo, pero… brotó el interrogante… ¿eran falsos con plata esterlina real? Y asi fue…. Esta fue la primera novedad de lo que sospechaba el ciudadano de caminando en sus compras y transferencias cotidianas cerca de la moneda de 5 pesetas.