En la mitología griega, la lechuza de Atenea es el ave que acompaña a Atenea, diosa de la sabiduría, las artes y las técnicas de guerra, aparte de protectora de Atenas y patrona de los artesanos; la pertinente diosa romana es Minerva.
Entablar una comparación entre 2 individuos míticos tan lejanos como la Atenas griega de hace 2.500 años y la Satana de las tradiciones osetias compendiada en el siglo XX por Georges Dumézil y otros mitólogos y investigadores del folclore es indudablemente riesgoso, prácticamente un salto en el vacío. No obstante, procuraré argumentar por qué razón pienso que existen algunas semejanzas visibles.
Debemos empezar señalando que no conozco a absolutamente nadie que se haya audaz a llevar a cabo una comparación afín. Dumézil en su libro tradicional Scythians and Ossetes jamás insinúa una viable relación entre ámbas diosas, lo que es prácticamente asombroso, puesto que hay algunos fundamentos recurrentes que cuando menos deberían llamar la atención, si bien solo sea para denegar su viable relación. Pero quizás Dumézil u otros establecieron esta comparación en otros contenidos escritos a los que no tuve ingreso.
Ulises llegó viejo y fatigado. Pelo gris poblaba su rostro y su cráneo. La piel de su cuerpo por el momento no era despacio, como en el momento en que partió para batallar en Troya. A la inversa, los años y la guerra le pasaron factura. Diez años en la guerra; otros diez para proceder a casa.
Te sugerimos: 5 etnias de perros endémicas de El país nipón
El pobre mochuelo fue ignorado por los traductores
Volvamos a la Vieja Grecia. En el momento en que se traducen al español los epítetos homéricos, así sea de la Ilíada o de la Odisea, se se refiere a Zapas como «Virgen con ojos de lechuza». Ya que muy mal traducido, tan vieja como es la tradición de traducir mal, que se remonta a fines de la Edad Media. Había causas para ello: en un comienzo, la sepa de criterios científicos para la clasificación zoológica. Agreguemos que, siendo un nombre femenino, un búho puede asociarse mejor con una diosa que con una lechuza o lechuza. Además de esto, era la más frecuente y familiar de todas y cada una de las rapaces nocturnas ibéricas. Quizás pues vive en graneros, molinos, campanarios y ruinas. De esta manera pasó con los españoles y la lechuza era lechuza…. ¡Traductor, traductor!
Un fantástico recuerdo de mis últimas vacaciones de niñez es un búho. Mi tío materno, llamado Antonio, comenzó una bella mañana de verano limpiando la chimenea de su cocina… Y se halló frente a frente con una lechuza. Él lo tomó, puso una cuerda en una pierna y me la anudó en torno a la muñeca, donde dejé al animal posado a lo largo de una mañana. Y que yo no era el mucho más valeroso de los pequeños. No ardía ni se estremecía; Le di tiras de carne y ciertos insectos, y justo antes que me llamasen para comer, se soltó y salió volando. Hasta ese instante me sentí como un Félix Rodríguez de la Fuente en miniatura. Como no teníamos celular, no guardo un autofoto, pero indudablemente, esa fue entre las mascotas mucho más increíbles que he tenido.