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Qué ocurre cuando el Espíritu Santo te hace llorar

Para varias personas, el Espíritu Santurrón puede conmoverlas hasta las lágrimas; para otros, las lágrimas raras veces o jamás vienen, lo que está bien.

“Gozo que enjuga las lágrimas y consuelo en el luto” (Parte VI – Retiro de Pentecostés) Bajar

Llamar al Espíritu Beato con el nombre de “Consolador” cobra particular importancia en estos momentos, pues exactamente en los instantes de tribulación y padecimiento está presente el Espíritu Beato. Hay tiempo de plañir y tiempo de lamentarse (cf. Qo 3,4). O sea una parte de nuestra vida, y si observamos personas que desconocen semejantes reacciones, nos semeja que no tienen corazón. Jesús mismo lloró por Lázaro (cf. Jn 11,35), y lloró aún mucho más por Jerusalén, pues no reconoció la hora de felicidad de su venida (cf. Lc 19,41). Raquel asimismo lloró por sus hijos (Jer 31,35), y esta escena se reitera en el momento en que Herodes hace matar a los pequeños (cf. Mt 2,18)…

Lágrimas = Buena Señal

Tienen prueba de la obra del Espíritu Beato en sus corazones, de tal modo que se han vuelto tiernos, quiere decir que están verdaderamente vivos.

Siendo ahora una parte del reino, las lágrimas semejan superfluas, pero la verdad del católico el día de hoy es que vive por felicidad, pero atado a un cuerpo de muerte. Ansía cosas espirituales, fué bienvenido nuevamente en casa de su padre, pero generalmente está ansiando regresar a atestar su barriga con la algarroba que comen los cerdos; ¡en ocasiones aun lo procuras nuevamente! Miserable yo! El estado del hombre natural es una conciencia cauterizada2 y un corazón de piedra3, pero en el momento en que venimos a Cristo, nuestros corazones se hacen carne y nuestras conciencias se ablandan. El testimonio de todo nuevo fiel es que sus sentidos espirituales empiezan a despertarse, está mucho más atento a cosas que antes pasaban inadvertidas: lo que antes no le llamaba la atención en este momento le repele, lo que comprendía como habitual y común se regresa provocador. ¡Bienaventurados los que lloran! En el momento en que tienen prueba de la obra del Espíritu Santurrón en sus corazones a tal nivel que se vuelven sensibles, quiere decir que están verdaderamente vivos. No pasa naturalmente, pero hay causas concretas por las que un hombre movido por el Espíritu Beato lloraría.

Año 2010

¿Qué es reposar en el Espíritu? ¿Habría de ser esto una preocupación para los servidores de renovación? En este sentido, comparto mi experiencia como servidor de la Renovación y mi reflexión como teólogo. Estos comentarios se aplican a todos y cada uno de los fenómenos extraños, de los que el reposo en el Espíritu pertence a los más habituales.

Mi experiencia (y la de otros muchos) es que en el momento en que oramos con fe para recibir mucho más intensamente el Espíritu Santurrón, tienen la posibilidad de comenzar a pasar cosas profundas en la gente, que se tienen la posibilidad de manifestar en risas, lloros o gemidos. Estas son respuestas humanas naturales a la presencia y la felicidad desbordante del Espíritu Santurrón. Durante los años, aprendí que de manera frecuente hay lesiones profundas en la gente, aun en esos que supuestamente semejan ser buenos católicos maduros. Recuerdo de qué manera un servidor que organizaba una reunión se echó a plañir; de a poco salió conociendo que este servidor había sufrido graves abusos en su niñez. Ese lamentable recuerdo fue reprimido a lo largo de varios años. Hoy día, cada vez más y más personas surgen de hogares con poca o ninguna experiencia en la crianza cariñosa. Unos aprendieron a confrontar a la vida y otros no. Estos últimos por supuesto están lesionados, pero los primeros tienen la posibilidad de parecer normales y equilibrados. Pero en el momento en que oramos a fin de que ocurra la obra profunda del Espíritu Beato, estas cosas empiezan a aparecer. A mi juicio, esta es buena forma de comprender los resultados positivos de reposar en el Espíritu. Reposo en el Espíritu pasa en el momento en que la persona por la que se está orando por el momento no puede pararse o sentarse, y cae al suelo y descansa sobre su espalda. En la mayor parte de las situaciones, reposar en el Espíritu es muy pacífico.

Persuade a Dios de que te muestre su presencia

No puedes seducir a Dios de que te muestre su presencia manifiesta en el momento en que y como desees, por más que lo procures o lo leal que logres ser. Dios hace aparición solo en sus términos, según con su sabiduría y propósitos.

Pero puedes prepararte para localizarte con su presencia más adelante realizando de tu relación con Dios tu primordial prioridad en la vida y también capitalizando en ella de forma regular (por servirnos de un ejemplo, mediante la oración, la lectura de la Biblia y el servicio) a fin de que te acérquense a Dios y también invítenlo a que se acerque a ustedes. Cultivar tu vida para la existencia de Dios no se habla tanto de tu esfuerzo, sino más bien de contestar a las ideas de amor y felicidad de Dios a fin de que estés en el sitio acertado, en el instante preciso y en la condición adecuada de alma. en el momento en que Dios hace aparición.

5 comentarios en «Qué ocurre cuando el Espíritu Santo te hace llorar»

  1. ¡Wow, qué artículo tan interesante! Nunca había pensado en las lágrimas como una señal positiva del Espíritu Santo. ¿Alguien más lo ha experimentado?

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