La actividad sexual no afectará a tu bebé mientras que no poseas adversidades como parto prematuro o inconvenientes con la placenta. No obstante, el embarazo puede ocasionar cambios en su nivel de tranquilidad y deseo sexual.
El embarazo probablemente sea uno de los instantes mucho más esenciales por los que pasa una mujer en su etapa de avance de la vida. No obstante, es esencial estar lista para los cambios sentimentales y psicosociales que tienen la posibilidad de aparecer como resultado del embarazo.
Según la American Pregnancy Association (2018) “el cambio en las conmuevas de una mujer se encuentra dentro de los resultados consecutivos más habituales a lo largo del embarazo”. El estado sensible de una mujer puede verse mucho más perjudicado en el momento en que se encara a la infidelidad de su pareja.
Ciertos mitos reales sobre el embarazo y las relaciones íntimas
Transcurrido el tiempo, no obstante, las indagaciones y los estudios científicos han negado la mayor parte de estas ideas, que en este momento se piensan entre los varios mitos que hay sobre la sexualidad femenina. Asimismo hay que rememorar que el coito no es la única forma de conseguir la privacidad con una pareja, ni es la única relación íntima viable. Los besos, los abrazos, los masajes sexys, la masturbación, los juegos anteriores y el sexo oral tienen la posibilidad de ser otras maneras de agradar el deseo. La variación del misionero asimismo puede ser extraordinariamente cómoda.
Por contra, la utilización del preservativo es indispensable en el momento en que existe peligro de transmisión de una patología sexual infecciosa por la parte de la pareja o no se sostienen relaciones íntimas con la pareja frecuente, jamás hay bastante protección contra las ETS. Este período de sexo en el embarazo no fué ni afirmado ni negado, si bien existen estudios que indican una pérdida progresiva del deseo sexual a lo largo del embarazo, que se asegura en el puerperio y en el primer año tras el nacimiento del bebé. A lo largo del primer período de tres meses, la indecisión sobre si seguir con el embarazo acostumbra achicar el deseo sexual en la mayor parte de las mujeres.
Segundo período de tres meses
En el momento en que llega el segundo período de tres meses del embarazo, es común que las náuseas y los vómitos desaparezcan y la mujer se sienta mejor. Esto puede lograr que el deseo sexual de una mujer resurja. Además de esto, el incremento del riego sanguíneo en la región pélvica de la mujer preñada puede ocasionar una mayor intensidad en el orgasmo.
No obstante, gracias a los cambios en el cuerpo de la mujer preñada, la pareja deberá buscar una situación que sea cómoda para los dos, donde no se presione el vientre.
Sexo y embarazo en el segundo período de tres meses:
En el segundo período de tres meses probablemente las afecciones de las semanas precedentes remitan. El cuerpo está energizado, animado y de «mejor humor». El cuerpo de la mujer preñada sufrió cambios que, lejos de ser un impedimento, tienen la posibilidad de ser un atractivo para el sexo. Los senos se vuelven mucho más erguidos o aun mucho más enormes, incrementa la sensibilidad de la piel y los genitales, y con esto la sensación de excitación y lubricación. Por su parte, el orgasmo puede aun alcanzarse mucho más de manera fácil. El cuerpo de la mujer se convierte en un cuerpo diferente, con mucho más curvas y mucho más femenino. Y el temor al embarazo, que de forma frecuente acompaña a las parejas que aún no tienen deseo reproductivo, ha desaparecido. Favoreciendo el abandono y el exitación en las relaciones íntimas.
Por todas y cada una estas causas, el segundo período de tres meses es un buen instante para tener relaciones íntimas. La mujer incrementa su deseo sexual habitualmente. Por consiguiente, sin contraindicaciones, es una etapa perfecto para gozar del sexo.
No me fío…
Como vimos, los estudios de paternidad tienen la posibilidad de darse en distintas ocasiones. Otro viable ámbito se muestra en el momento en que el hombre sospecha si es o no el padre biológico del bebé, y no ingresa a ofrecerle su apellido hasta estar seguro dado una investigación de paternidad. Es una situación común en las generaciones mucho más jóvenes, que tienen la posibilidad de tener mucho más de una pareja al unísono, con lo que entran a hacerse el estudio solamente nacer el bebé.
Con la guía del Dr. Viviana Bernath (PhD) – Doctora en Biología Molecular y Experto en Genética Humana