Entre los desenlaces mucho más usuales de no tener relaciones íntimas es el incremento de los escenarios de ansiedad y agobio. Esto se origina por que en el momento en que un individuo ejerce relaciones íntimas, su cerebro libera endorfinas y oxitocina, substancias que desarrollan un efecto analgésico y una sensación de confort.
Si bien no en todos los casos se solicitud, sentir mal en el instante de la penetración a lo largo de las relaciones íntimas es un inconveniente común y jamás debe considerarse habitual. Puede perjudicar a mujeres de todas y cada una de las edades y, si bien puede deberse a múltiples fundamentos, entre los más frecuentes es una contracción involuntaria de los músculos del suelo pélvico. Esta contracción se llama generalmente vaginismo, y hace el cierre parcial o total de la vagina, lo que, aparte del mal, impide la penetración. En este articulo te enseñamos de qué manera tratar este inconveniente y qué otras causas tienen la posibilidad de ocasionar mal en el instante de la penetración.
- Vaginismo
¿Por qué razón dejamos de tener sexo?
Para comprender por qué razón las relaciones íntimas son tan esenciales en nuestras vidas, repasemos resumidamente la conocida pirámide de las pretensiones humanas básicas (Maslow).
En el primer nivel, cubrimos nuestras pretensiones fisiológicas: nutrición, respiración, sueño y sexo; en el segundo nivel está la necesidad de seguridad, desde la física hasta la económica, introduciendo la salud, la familia, la propiedad y la moralidad; en el tercer nivel está lo que Maslow llama afiliación: amistad, aprecio y también privacidad sexual; el cuarto peldaño corresponde al autorreconocimiento, la seguridad, el respeto y el éxito. Y por último, en el final, la autorrealización, que abarca puntos como la espontaneidad, la sepa de prejuicios, la resolución de inconvenientes y la aceptación de la vida así como es.
Duerme mucho más 💤
Tras el sexo, se dejan libre endorfinas, lo que induce una etapa de relajación y te va a ayudar a reposar mucho más gozosamente que jamás y, además de esto, a ingresar de manera rápida en un sueño profundo. Según el Dr. Mercola, la oxitocina «hormona del amor», que se libera a lo largo del orgasmo, asimismo fomenta el sueño.