Manfred von Richthofen, mucho más popular como El Barón Colorado, fue un alférez de la aviación alemana a lo largo de la Primera Guerra Mundial. Un conduzco amado por sus compañeros y inquietante por sus oponentes, con una muerte incierta y varios mitos a sus espaldas.
A lo largo de la Primera Guerra Mundial, entre 1914 y 1918, en la mitad del caos y la catástrofe, múltiples soldados y civiles denunciaron fenómenos paranormales que historiadores y expertos trataron de argumentar transcurrido el tiempo. ¿Un avión derribó un OVNI a lo largo de la Primera Guerra Mundial?
Aparte de estos fenómenos, los ovni tuvieron una enorme presencia en los campos de guerra y varios soldados narraron sus vivencias con estos elementos voladores. Últimamente, un estudioso publicó en su libro que el conduzco alemán Manfred Albrecht Freiherr von Richthofer fue el primer conduzco en derruir uno de estos ovni con su avión “Red Baron”.
El Barón Colorado despega
Manfred Von Richtofen empezó su trayectoria en la aviación sobrevolando el frente ruso, haciendo operaciones de reconocimiento. Estas metas de reconocimiento le asistieron a conseguir su licencia de conduzco (7). Estas metas por norma general consistían en hallar objetivos y señalarlos a la artillería para agredir situaciones contrincantes.
Tras múltiples metas en los cielos de Rusia y Francia, conoció al popular conduzco Oswald Boelcke (8), quien lo alistó en un nuevo escuadrón de pilotos llamado Jasta 2. Fue Boelcke quien le enseñó de qué forma para operar a los mandos de un avión, y quien le dictaba las reglas que debía obedecer a lo largo del combate aéreo (9) Fue ahora mismo en el momento en que empezó a probar sus talentos de conduzco. En el mes de septiembre de 1916 derribó a su primer enemigo, un conduzco británico. Poco después, sumó 4 bajas mucho más, ganándose el título de «As del aire» (diez).
El Barón Colorado y el nacimiento de la guerra aérea
En el momento en que empezó la Primera Guerra Mundial, los aeroplanos tenían solo diez años. Y los militares no sabían realmente bien de qué forma utilizarlos. Pero, con el pasar de los años, jugaron un papel fundamental en el avance del enfrentamiento.
Su primera labor fue admitir el lote enemigo, para lo que edificaron aeroplanos biplaza que transportaban al aviador y un espectador que retrataba los movimientos de las tropas y la artillería. Por la relevancia de la información que extraían, y como contrarrespuesta, se dieron a conocer aeroplanos de combate para derruir o proteger este escencial recurso aéreo.