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Qué religión no permite los tatuajes

Padre David G. Sánchez

Todos y cada uno de los días, en el momento en que salimos a la calle, estamos con familiares, amigos y extraños con tatuajes. De manera frecuente llegamos a nuestras conclusiones y juzgamos sus apariencias con la colaboración de nuestro estudio cultural, que de manera frecuente no tiene contexto teológico.

La intención

Cualquier persona que desee tatuarse debería preguntarse qué le impulsa a llevarlo a cabo. ¿Vanidad, adoración excesiva de uno mismo? O quizás desees enseñar una imagen satánica, pornográfica, racista, beligerante, que fomente la discriminación o el odio, que inspire temor, que exprese o fomente valores contrarios al Evangelio, que indique formar parte a un conjunto anticatólico o que se dedique a la delincuencia? Conque, naturalmente, sería un pecado.

Pero si tu intención es sencillamente enseñar una imagen bonita o que tenga un concepto sentimental o interesante y no buscas herir los sentimientos de absolutamente nadie o llevar un símbolo de algo negativo o expresar idolatría de cualquier forma, eso es qué, si sirves o perteneces a alguien o algo sobre Dios, precisamente no cometes pecado. De ahí que, es recomendable que el católico que desee tatuarse se pregunte: ¿funciona esta imagen que he escogido con mi amor y respeto a Dios y al prójimo y con mi condición de bautizado? Asimismo hay que estimar que la imagen elegida compromete a quien la emplea, con lo que tenga precaución al tatuarse un símbolo espiritual si su vida no da testimonio de congruencia con él.

Los frutos o consecuencias

Los tatuajes tienden a ser permanentes, con lo que quien desee tatuarse debe tener en consideración la imagen a tatuarse, en tanto que va a quedar grabada en la piel a lo largo del resto del tu vida, tu historia y posiblemente un tatuaje que en un instante de ‘relajación’ o rebeldía de la adolescencia o la juventud parezca muy entretenido o correspondiente no sea nada diez, veinte o 40 años después.

Harías bien en anticiparte y deducir que puede pasar que en el momento en que madures y desees iniciar una vida diferente, te arrepientas de llevar en tu cuerpo una imagen o inconveniente absolutamente absurdo (por poner un ejemplo, el nombre o el cara de una pareja de jubilados con la que rompiste, en el instante en que te deseas desposar con otra persona; o una caricatura infantil o absurda, en el instante en que aspiras a un trabajo serio en una compañía, o un vulgar dibujo de ese día que te da lástima para instruir a sus nietos). Intente ser sensato y reconozca que las tendencias recientes y lo que ‘todo el planeta hace’ no son criterios fiables, con lo que no debe dejarse influenciar por ellos al instante de elegir si hacerse o no un tatuaje.

El tatuaje no debe contener imágenes de criaturas animadas

Está contraindicado en el Islam dibujar seres animados como: humanos, animales, pájaros, ángeles, criaturas míticas (como unicornios), etcétera. . .

Prueba de que el Profeta (la paz sea con él) maldijo a los dibujantes (de criaturas y seres animados). Mentó que van a tener un castigo considerablemente más severo el Día del Juicio Final.

El tatuaje temporal no debe ocasionar daño al cuerpo

Hacerse daño a uno mismo es un pecado en el Islam. Prueba de esto:

“Y no les matéis entre nosotros (ni entre nosotros). De hecho, Allah es misericordioso contigo.”

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