Tomar la cruz y continuar al Salvador significa seguir con la fe en el sendero del Señor y no ceder a los hábitos mundanos.
Entre los teólogos preferidos del Papa retirado Benedicto XVI asegura: “El mayor inconveniente del cristianismo fué “llevar a cabo estética la cruz” (Thomas Södig), esto es, dividir a Cristo de ese secreto de la cruz, convirtiendo en una suerte de máquina de bendición, prodigio y, más que nada, un “dios de la luz” hecho a medida del miedo del “salto de fe” —no en el sentido equivocado de M. Lutero, de un “fiducial” que abraza sin proyectos: Sola Fe—), sino más bien el peligro que el ser “signo de contradicción” hace de manera continua en el planeta.
La Buena Novedad del Mañana muestra 2 casos de «temor horrible» de proseguir a un «Cristo con una cruz» que clama la mayor ruina: 1) Jeremías, que en las estupendas «confesiones» del capítulo veinte de su libro revela su enorme sensibilidad a ser golpeado, herido, por la causa de Yahvé y su ministerio profético. Tentado a renunciar, al final continúa en su misión, que —según la tradición judía, acabó con su calvario en Egipto en fecha ignota—; 2) Pedro —todavía este domingo y continuación del previo— que, pese a recibir la misión de ser «piedra primordial, signo de la unidad de la Iglesia», tituba formidablemente: en su temor psicológico muy humano, se es imposible «asociar si a un Cristo que carga una cruz»… es conveniente, como en muchos casos, «llevarlo a cabo a vuestra medida».
Deformación de un símbolo: la cruz como talismán
En el siglo IV. Constantino fue el primer emperador o “César” del Imperio De roma en declararse “católico”. Propuso varios inconvenientes con su conversión, en tanto que continuó imprimiendo el signo del sol en sus monedas y no fue bautizado hasta el desenlace de su historia, pensando que no podía pecar tras ser bautizado.
Logró de la cruz el símbolo oficial del cristianismo. El historiador de la iglesia del siglo IV Eusebio de Cesarea escribió la obra «Vida de Constantino». en el cielo una cruz radiante, al lado de las expresiones sin hoc signo vinces (‘vencer con este signo’). En el instante lo adoptó como emblema y lo puso en las banderas de su ejército.
PREGUNTAS DE DISCUSIÓN
- ¿Exactamente en qué medida soy siendo consciente de la predominación de todo el mundo de hoy para eludir y escapar de ocasiones que comprometen esfuerzo y sacrificio? ¿Cuánto perjudica esta predominación a mi vida?
- ¿Es viable vivir un “cristianismo sin cruz”? ¿Por qué razón?
- ¿Cuáles son los primordiales sufrimientos de mi vida? ¿De qué manera es mi actitud hacia ellos comunmente?
- María, en especial al pie de la Cruz, nos ofrece testimonio de de qué manera debemos vivir la experiencia de la cruz y del padecimiento. ¿Qué cosas puntuales que veo en Santa María puedo utilizar a mi vida?
- “¡Toma tu cruz y prosigue al Señor!” ¿Qué me evocan estas expresiones? ¿Qué haré?
- Cristo cargó con su cruz: Jn 19,17; y fue crucificado: Mc 15,25; Lc 23,33.
- El Señor nos llama a llevar nuestra cruz ahora proseguirlo: Mt diez,38; 16,24; Mc 8,34; Lc 9,23; 14.27.
- El acólito intenta ser como su Profesor: Lc 6,40; Mt diez,24-25.
- En Getsemaní Cristo nos enseña a enfrentar la cruz: Mc 14,32-42.
- María participó en la Cruz de una forma inimaginable: Lc 2,35; enséñanos a tomar la cruz: Jn 19,25.
- Asumir el dinamismo de la Cruz significa fallecer a eso que es la desaparición: Ver Gal 5,4; renacer a una exclusiva vida: Rom 6:4. Solo la semilla que cae en tierra y muere puede ofrecer fruto: Jn 12,24.
- Nuestros sufrimientos completan lo que falta a las preocupaciones de Cristo: Col 1,24.
- Asimismo nosotros nos encontramos llamados a ser cireneos para nuestros hermanos, ayudándoles a llevar sus cruces: Mt 27,32.
¿Qué afirma la Biblia sobre llevar la cruz?
¿Qué afirma la Biblia sobre llevar la cruz?
La Biblia es clara en lo que significa llevar una cruz. En Mateo 16:24, Jesús ha dicho: «Si alguno desea venir en pues de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame». Estas expresiones se transformaron en un mensaje para todos los que prosiguen el sendero católico. Llevar nuestra cruz significa ignorar los bienestares de este planeta y entregarse absolutamente a Dios.