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Qué significa ser una persona polarizada

La gente con pensamientos polarizados viven en un cosmos en blanco y negro, sin colores ni grises. Dividen sus acciones y sus vivencias en sí y no según estándares absolutos. Se juzgan a sí mismos como buenos o pésimos, triunfantes o fracasados.

Qué es el pensamiento dicotómico

A veces, la experiencia de la verdad se siente desde puntos opuestos entre aquéllos que semeja no haber término medio. Las declaraciones que detallan una lectura de todo o nada son un ejemplo evidente de la esencia de este pensamiento polarizado. Este género de interpretación va alén de la reflexión teorética.

La lectura de los hechos por la parte de un individuo asimismo influye en su predisposición a una situación. Por poner un ejemplo, en el momento en que un niño concluye que, como no había logrado lograr una misión deseada, jamás va a poder alcanzarla, es condicionado por este género de distorsión cognitiva. Esta clase de afirmación actúa en la vida diaria del niño en sus distintas campos.

¿Por qué razón pienso eso?

Si bien parezca una cosa obvia, en más de una ocasión nos tenemos la posibilidad de asombrar pensando de este modo sin percatarnos. Desde una edad temprana aprendemos a denominar y comprender el planeta que nos circunda y a nosotros, basado en lo que nuestras figuras de referencia nos enseñan sobre de qué manera marchan las cosas. Y, tiempo después, de forma automática interiorizamos ese alegato, esa forma de ver y comprender el planeta y a nosotros, generalizando, hasta transformarse en un pensamiento automático (un pensamiento que hace aparición de súbito, sin ser buscado, y en la mayor parte de las ocasiones sin percatarnos) . Por el momento no requerimos que nos comenten desde fuera, sino consideramos que de esta manera marcha el planeta y actuamos consecuentemente.

¡Completamente sí! Indudablemente. Es verdad que el pensamiento polarizado hace aparición de manera automática y nos cuesta sentir su vida (sencillamente lo pensamos, jamás nos paramos a cuestionar que no es verdad, como me semeja, de manera directa acepto que es de esta forma), pero una vez determinados, tenemos la posibilidad de cambiar nuestra forma de meditar precisamente de esa forma, sometiéndola a la duda, a una prueba, a un enfrentamiento. ¿Como? Por medio de cuestiones que te interpelen, date cuenta de que no es verdad (en general es útil meditar en porcentajes aproximados de las cosas) y, consecuentemente, reemplázalo por el pensamiento racional.

¿Qué puedo llevar a cabo para evitarlo?

Primero, si ahora has reconocido que piensas que sí… Suerte, ahora hiciste una sección esencial del trabajo. En este momento, empecemos con tácticas que lo asistan a retar estos pensamientos automáticos.

Creador: Goretti Fernández Bastida

Al comienzo de nuestra sexta semana de confinamiento, deseo trasmitir a los que leen lo que señala la psicología sobre de qué forma la manera en que pensamos condiciona la manera en que vivimos una misma experiencia . Para esto, usaremos el enfoque cognitivo-conductual.

Hay tantas maneras de meditar como personas en el planeta. En concepto de pensamiento, absolutamente nadie puede ser considerado igual a otro. Todos nosotros tomamos presente distintas puntos de la verdad, escogemos, archivamos y también interpretamos según nuestras opiniones y la relevancia que le ofrecemos a eso que pasa. No hay 2 personas iguales que lleven a cabo exactamente la misma línea de pensamiento sobre exactamente el mismo acontecimiento. Edificamos nuestra vida basado en distintas vivencias que nos marcan y nos hacen ver el planeta desde distintas ángulos.

Cambiar el pensamiento polarizado no es moco de pavo, pues para nosotros este modo de meditar se convirtió en un hábito.

Una manera muy eficaz de combatirlo es cuestionarlo y meditar en porcentajes. Piensa que piensas: «Todo me sale mal», ¿verdaderamente TODO te sale mal? ¿Ahora te funcionaron las cosas? ¿Qué porcentaje piensas que salió mal el día de hoy? ¿Es bien?

Este modo de seguir te va a ayudar a relativizar tu interpretación de las cosas, y a entender que llevar a cabo juicios polarizados sobre las ocasiones no es una manera correcta de valorar la verdad, en tanto que la vida pocas veces es absolutamente blanca o negra, sino es Intervienen causantes considerablemente más complejos y distintas que asimismo hay que tomar en consideración.

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