De año en año, el 6 de enero, millones de pequeños cerca del planeta aguardan con ansias la Epifanía, ya que en países de charla hispana como España, Venezuela, México, entre otros muchos, este día asimismo es homónimo de regalos para todos y cada uno de los pequeños de la vivienda.
El Día de Reyes se festeja en múltiples países de todo el mundo el 6 de enero, para conmemorar la adoración al Niño Jesús por la parte de los tres reyes magos, que vienen desde Oriente a rendir homenaje y llevar regalos al recién nacido.
Los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar les fueron atribuidos en el siglo IX por el historiador Agnello, en su obra «Pontificalis Ecclesiae Ravennatis».
- Melchor tiende a ser representado como un adulto mayor blanco con barba por gente de la región europea y proporciona oro al Niño por la realeza de Cristo.
- Gaspar representa la región asiática y transporta el incienso por la divinidad de Jesús.
- Baltazar es negro representando a África y obsequia a Salvador mirra, substancia usada para embalsamar cadáveres y símbolo de la raza humana del Señor.
En el instante en que se comenzaron a colorear con estas peculiaridades, no se conocía América. Además de esto, los tres se refieren a las edades del humano: juventud (Gaspar), madurez (Baltazar) y vejez (Melchor).
Sus regalos fueron oro, incienso y mirra
‘Entraron en la vivienda; vieron al niño con María su madre, y se postraron y lo adoraron; entonces abrieron sus cofres y le ofrecieron regalos de oro, incienso y mirra. Y siendo advertidos en sueños que no volviesen a Herodes, se retiraron a su tierra por otro sendero. (de Mateo 2, 1-12). Como relata San Mateo, los magos de todos modos le ofrecieron tres regalos a Jesús. La interpretación más frecuente es que se proporciona oro al rey, incienso a Dios y mirra al hombre, por el hecho de que nace un rey, que es al unísono Dios y hombre. La mirra se emplea muy generalmente como una substancia antiparasitaria.
Hasta el siglo III no se mentaba el número de Reyes Magos -o Reyes Magos según el obispo de Arles-. Orígenes de Alejandría fue el primero en charlar de tres reyes magos y después el Papa León I el Grande lo ratificó en su obra ‘Sermones para la Epifanía’. Como es conocido, el número tres es particular en la tradición cristiana -tres es el número de la Muy santa Trinidad, por servirnos de un ejemplo- y tres son los dones que se le ofrecían a Jesús. Era simple detallar que había un rey para cada obsequio.