Tras la ocupación soviética de Besarabia y el norte de Bucovina, el Prominente Mando alemán empezó a planear la invasión de la Unión Soviética en el mes de julio de 1940 (llamada Operación Otto), que Adolf Hitler autorizó el 18 de diciembre de 1940.
Conclusión
Durante esta historia hemos amado enseñar la otra cara del enfrentamiento ruso-ucraniano. Aparte de las víctimas ucranianas tan perjudicadas, hay otras víctimas de la guerra iniciada por Putin y son ellos quienes vieron sus vidas interrumpidas por la fuerza y ubicadas como contrincantes de personas a las que días antes llamaban “hermanos”. Deseábamos enseñar una historia que no estuviese influida por las pretenciones de los medios, enseñar que no hay un criterio homogéneo sobre el enfrentamiento, aun en el propio pueblo ruso, anunciar las críticas de 2 jóvenes universitarios que fueron valientes para sobrepasar el temor a las represalias. Tanto es conque el número de personas entrevistadas para el informe redujo pausadamente gracias a este miedo. La dificultad perjudica tanto a la población ucraniana como a la rusa, los medios bombardean información llena de mensajes con intencionales tonos de predominación en la sociedad en todo el mundo. El ciudadano ruso ve perjudicada su historia diaria de formas inpensables, muchas personas se amedrenta.
Producto en coautoría con Lucia Belen Lujan, Matias Nicolas Valente y Antonella Barra. Anunciado inicialmente en http://unitedexplanations.org/
Tanques, colectivización y el partido único: la invasión soviética de Polonia
A lo largo de los próximos un par de años, la URSS anexó mucho más de media parta de los territorio habitado por polacos, ucranianos, bielorrusos, judíos, rusos y alemanes. Para legitimarlo, los soviéticos organizaron selecciones en el mes de octubre para novedosas Reuniones Populares en Ucrania occidental y Bielorrusia occidental, como lo logró Alemania en Austria y Checoslovaquia. La mayor parte de los bielorrusos y los ucranianos polacos sentían poca lealtad al gobierno, si bien otros desconfiaban del régimen soviético gracias a la hambruna que mató a millones de ucranianos entre 1932 y 1933. No obstante, su intención era sin importancia en unas selecciones amañadas.
La invasión soviética de Polonia sometió el territorio a exactamente la misma opresión que el resto de la URSS. El Partido Comunista incorporó sus leyes políticas y económicas: colectivizaciones masivas, suprimió partidos y asociaciones públicas, y los ciudadanos se transformaron en soviéticos. Se calcula que la policía segrega soviética deportó a 1.200.000 polacos a campos de trabajos forzados entre 1939 y 1941 como contrincantes de la patria y del comunismo. Además de esto, las autoridades soviéticas entregaron a los nazis a asilados marxistas alemanes, polacos y húngaros asilados en su territorio.