El Cosmos no puede ser eterno, como lo es una manera, ya que ella aparece, conque en el momento en que el Demiurgo creó el Cosmos, asimismo creó el tiempo.
“Démosle a la tierra la figura cúbica. La Tierra es, en verdad, el mucho más noble de los 4 cuerpos (elementales) y el mucho más con la capacidad de recibir una cierta forma; y estas características suponen en el cuerpo que las tiene, los cimientos mucho más firmes. No obstante, entre los triángulos que distinguimos desde el comienzo, los de lados iguales tienen una base naturalmente mucho más estable que los de lados dispares; y de ámbas figuras llanas que forman, el tetrágono equilátero es base mucho más permanente que el triángulo equilátero; por el hecho de que tanto en sus partes como en su todo, está firmemente constituido. No nos desviamos, ya que, de lo posible atribuyéndole este modo a la tierra.
Platón: “Timeo”, 360 a.C.
Nada no es vacío
Aquí tenemos la posibilidad de ofrecer un caso de muestra de malentendido. Se puede meditar en la conocida pregunta de Martin Heidegger: ¿por qué razón ser y no ser nada? Pero si piensas en la «nada» como «vacuidad», no puedes entender la metafísica: te quedas en la física. En el momento en que Tomás de Aquino charla de la creación «de la nada», para él la nada no es un vacío. «Nada» no posee ser o modo de ser. De ahí que es realmente difícil imaginarlo de forma positiva. Es una palabra generada por la negación de lo que hay.
En cambio, se puede imaginar el vacío, representado en un dibujo, por servirnos de un ejemplo. Mucho más a nivel científico, el vacío se puede determinar: “El vacío es un estado físico de los sistemas que está asociado con la energía mínima que tienen la posibilidad de tener. Desde la perspectiva de la mecánica cuántica, el vacío no está vacío, sino tiene ondas que brotan a la suerte. Estas ondas tienen peculiaridades de partículas, con lo que tenemos la posibilidad de comprender el vacío cuántico como un mar de partículas que se crean y aniquilan velozmente. Las oscilaciones del vacío se comprenden gracias al comienzo de indecisión de Heisenberg. (…) En el vacío, los campos no tienen la posibilidad de tener exactamente la misma energía en todo momento, sino está en constante variación, oscilaciones” (3).
¿Entonces nuestro cosmos está en incesante movimiento?
A la visión de lo que se dijo, hoy en día semeja estar definido que nuestro cosmos es un cosmos en movimiento, dinámico, pasando por un desarrollo de expansión acelerada que puede ser seguida por una contracción opción alternativa. Como afirma el Kybalion egipcio en sus sabias leyes, nada continúa estático, todo vibra y todo asimismo sube y baja. Y como todo cuanto nos circunda es cíclico, como el día y la noche, como los ciclos de las estaciones y de la naturaleza, como exactamente los mismos humanos, no es extraño meditar que el Cosmos generalmente es cíclico.
Entendemos que nada puede mantenerse en rotación eternamente, no el cosmos, por especial que nos parezca. H. P. Blavatsky mencionó que la rotación normalmente se enseña como ocasionada por una fuerza tangencial, por una fuerza centrífuga, pero al tiempo diríase que la rotación es lo que causa la aparición de una fuerza centrífuga. Deberemos solucionar estas contradicciones cualquier día, y hacernos a la iniciativa de que nada provocado por puras fuerzas mecánicas puede estar en eterna rotación.