La consorte de Hades era Perséfone, representada por los helenos como la hermosa hija de Deméter.
Primero llegó el Olimpo, y todo el cosmos parecía girar cerca de la furia y la alegría del todopoderoso Zeus. De esta manera, la mitología griega cuenta que exactamente el mismo dios furioso expulsó de su paraíso a Hefesto, su hijo recién nacido de la diosa Hera, feo y tullido, que rodó por la ladera del Monte de los Dioses, rompiéndose las dos piernas. De allí lo salvaron las Oceánidas, quienes lo cuidaron a lo largo de nueve años y también instalaron la fragua donde crearía armas y tronos para el resto dioses mitológicos. Una vez en Stromboli y del mismo Etna, Virgilio describió la vivienda legendario de Vulcano, su nombre en la mitología romana, de la próxima forma: “En un lado de Sicilia, entre ella y Lipara, hay una isla conocida, que se eleva sobre rocas bastante altas que echan humo. ; bajo la que una enorme gruta y muchas otras, como las del Etna, con los fuegos ciclópeos consumidos, truenan y resuenan de forma continua. Allí mil yunques, con valientes golpes heridos, repiquetean con horribles truenos que se escuchan precisamente a su alrededor desde lejos. Barras y masas de hierro candente crujen por medio de cavernas huecas; De mil llamas vivas van: esta es la vivienda de Vulcano y fragua dicen “Vulcania” esta isla”
Entre el paraíso y el infierno
Un milagro de Bogotá
El día de hoy, a sus 60 años, esta odontóloga colombiana afirma que sintió que su muerte temporal iba sendero al cielo, en frente de las puertas del paisaje mucho más especial que nunca había visto; una imagen inenarrable “donde no existe ni el tiempo ni el espacio como los conocemos”.
Para ella, ese cielo era el corazón de Jesús, el paraíso prometido para las ánimas tras la desaparición física.
Infierno
Bíblicamente, el infierno es “el sitio y estado de castigo y destrucción, con fuego eterno en la desaparición segunda, para los que rechazan a Dios y la salvación en Jesucristo”.
Ciertas ediciones de la Biblia de forma frecuente emplean la palabra «infierno» para traducir la palabra hebrea sheol y la palabra griega hades. Estos términos acostumbran a referirse a la tumba donde los fallecidos -justos y pésimos- aguardan, en estado de inconsciencia, la resurrección. Como el término de hoy del infierno difiere bastante de lo que comprometen estos términos hebreo y heleno, múltiples ediciones modernas evitan la palabra «infierno», sencillamente transliterando la palabra hebrea como «Seol» y la griega como «Hades».
Hércules (Heracles)
Nos embarcamos en el viaje con un propósito concreto, encararnos a nuestra Sombra y controlar nuestras pasiones mucho más destructoras para conseguir una vida mejor. Hércules empieza este descenso para cumplir una de sus insignes proyectos —en un caso así, enseñar a Euristeo con el canino guardián de las puertas del Hades, Cerbero—; el héroe se encontraba presto a todo para hallar este sistema: aparte de la presunta lapidación de Hades, Hércules tuvo muchas riñas a lo largo de su paso por el Inframundo.