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Quién es el caníbal más peligroso del mundo

Entre 1978 y 1991, el estadounidense Jeffrey Dahmer asesinó a 17 personas de una forma tan despiadado y espantosa que fue apodado el caníbal de Milwaukee (la localidad donde cometió la mayor parte de sus crímenes).

Por Gregory Needham y Katherine Cavazini

Los próximos asesinos llevaron sus crímenes a otro nivel.

El barco descuidado que los llevó a la Edad del Hierro

Entre los episodios mucho más curiosos de la crónica de North Sentinel Island se causó exactamente en esta temporada de aparente apertura. Era agosto de 1981 y el barco MV Primrose por alguna razón se aproximó bastante a la isla y quedó atascado en la barrera de coral que la resguarda. El capitán del barco era siendo consciente del arriesgado lote en el que estaban y ordenó a la tripulación que continuara en el barco. Tras unos días vieron como los indios los conminaban con arcos desde la orilla y comenzaron a crear pequeñas canoas con que arrimarse al casco. No lograron localizar una forma de escalar y atacarlo, y sus flechas poco podían llevar a cabo contra el acero.

Los pasajeros fueron salvados en helicóptero, pero lo mucho más asombroso lo documentaron Pandit y su equipo en sus visitas siguientes: las armas con las que los atacaron por el momento no tenían culatas de madera, sino más bien de hierro. El barco descuidado, todavía allí hasta hoy, aparente en Google plus Maps, los transportó de repente a la Edad del Hierro.

Una niñez tormentosa

José Luis Calva Zepeda nació el 20 de junio de 1969 en la Localidad de México. A la edad de un par de años, perdió a su padre y quedó bajo la custodia de su madre. No obstante, la mujer, responsable de los seis pequeños, empezó a resguardarse en el alcohol.

Según nuestro José Luis, esta adicción empeoró el carácter belicoso y también intolerante de su madre. Aun empezó a infligirle horribles castigos. Un caso de muestra fue en el momento en que José Luis rompió una figura de cerámica y su madre lo forzó a reposar en el patio.

Los crímenes del ‘Monstruo de Milwaukee’

Al irse de prisión, Jeffrey Dahmer trató de persuadirse de que sus acciones homicidas eran las responsables de su homosexualidad, con lo que se unió a un conjunto espiritual que ayúdalo a reprimir sus deseos, a dejar la necesidad de sexo y al alcohol. Siete años después, la paz conseguida por el impune asesino se rompió, iniciándose de este modo una secuencia de repugnantes crímenes que le valdrían el alias de ‘Monstruo de Milwaukke’.

Entre 1987 y 1991, Jeffrey Dahmer drogó, violó y asesinó a 17 jóvenes. En ciertos casos descuartizó sus cuerpos a fin de que no fuesen encontrados; en otros comía ciertos trozos de su carne y en otros guardaba huesos y cráneos en su casa para tenerlos como trofeos y elementos libres para su exitación. Los registros policiales detallan que la personalidad problemática de Jeffrey lo llevó a cometer varios de los crímenes mucho más inhumanos y sádicos nunca reportados en el país.

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