Saltar al contenido

Quién ha visto el rostro de Jehová

Moisés vio a Dios frente a frente. Instantaneamente, los tiempos del Viejo Testamento no estaban tan lejanos y me percaté de que Moisés había sido un individuo mortal, como yo.

Pienso que si les preguntáramos a los cristianos si les agradaría «ver» a Dios, la mayor parte afirmaría «sí». La curiosidad humana con frecuencia sobrepasa nuestro conocimiento de pasajes bíblicos como Hebreos 12:29, que nos comunica que «nuestro Dios es fuego cliente». Al tiempo que las Escrituras garantizan que los puros de corazón van a ver a Dios (Mat. 5:8), Pablo aclara que tal visión no puede suceder hasta la desaparición, en el momento en que los fieles entran en la existencia de Dios. Dios es el único que “tiene inmortalidad y habita en luz inalcanzable; a quien ningún hombre vió ni puede ver» (1 Timoteo 6:16). No obstante, Pablo afirma que un día, en la revelación de Jesucristo, observaremos lo que nuestro pecado y finitud en este momento nos previenen ver (6: 14-15).

En su primera carta a los Corintios, Pablo redacta que la visión beata (ver a Dios como es) está prometida a los cristianos en el momento en que Jesús regrese en el final de los tiempos: «Pues en este momento observamos en un espéculo, velado , Pero entonces observaremos frente a frente; en este momento conozco en parte, pero entonces voy a conocer totalmente, tal como asimismo soy popular» (1 Corintios 13:12). En la temporada de Paul, los espéculos estaban hechos de metal pulimentado, en general de bronce, peltre o plata. En el más destacable de las situaciones, el reflejo de la persona en tal objeto era borroso. No obstante, Pablo asegura que la imagen turbia que refleja el metal pulimentado va a dar paso a un acercamiento frente a frente. En el momento en que Jesús regrese, lo observaremos con nuestros ojos. En ese día, nuestro conocimiento imperfecto va a dar paso a la visión. Vamos a conocer de forma plena, como fuimos populares.

Barker, Dan (2008), Godless (Berkeley, CA: Ulysses Press).

Butt, Kyle y Dan Barker (2009), ¿Existe el Dios de la Biblia? (Montgomery, AL: Apologetics Press).

Estimados hermanos y hermanas en Cristo:

El Dios de Abraham, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob es el Dios de Jesucristo. En verdad, Jesús es el Dios de Abraham, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob. Es el Dios de Israel que se realizó carne y habitó entre nosotros. En él observamos la cara de Dios, su rostro reluce sobre nosotros.

Que la cara de un individuo es lo que nos deja reconocerla, establecer una relación con ella, que es una ventana al alma de esa persona, es simple para los que habitamos la era de la tecnología del reconocimiento comprender de caras.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *