Las monarquías brotaron con las primeras civilizaciones cerca del año 3000 a.C. C., en Mesopotamia, Egipto y el valle del Indo. Consistían en gobiernos religiosos, en los que el monarca era, al tiempo, dios, sacerdote y líder militar.
Hace unos días leí un producto en un periódico nacional sobre la inviolabilidad del Rey. El tema es, como entendemos, complejo, pero no fue este tema lo que me llamó la atención, sino más bien una afirmación que el creador dejó caer al pasar. Ha dicho: «más allá de que es verdad que la república es mucho más racional que la monarquía, no obstante, la política no en todos los casos se guía por la razón». La segunda una parte de la oración aclara las probables inquietudes que logre suscitar la sección primera. Resulta evidente que la república es mucho más racional que la monarquía, si bien ese sea el tributo que pagamos por nuestra irracional conducta política.
No entraré en la segunda una parte de la afirmación sobre nuestra irracionalidad en el momento en que actuamos políticamente. Me ocuparé solo de la primera, la manera monárquica de Estado es menos racional que la republicana. Esta iniciativa se establece en nuestra conciencia, en nuestras prácticas y en nuestros hábitos. La institución de la monarquía es anacrónica, mencionamos, antes de proteger al rey. En verdad, ofrecemos por sentado estos pensamientos. Cuántas ocasiones no hemos dicho que nuestro rey es el primer republicano; cuantos otros que el rey es quien mejor encarna los valores republicanos, en resumen, un rey republicano. Así logramos desviar nuestra atención de la monarquía a la república y justificarla por el hecho de que encarna sus principios, no pues sea un rey.
Monarquía en México
Durante la crónica de México, hubo periodos en los que el gobierno se organizó bajo alguna forma de monarquía.
- En la temporada prehispánica, la monarquía era el sistema de gobierno del Imperio Mexica o Imperio de la Triple Coalición. El monarca recibía el título de huey tlatoani («enorme gobernante» en náhuatl) y era escogido entre los descendientes de Ācamāpīchtli, el primer huey tlatoani, por un consejo compuesto por integrantes de la nobleza.
- Tras la conquista de españa, en el siglo XVI, México pasó a ser parte del Imperio español y se sometió a la autoridad del Rey de España, quien tenía poder absoluto sobre todos y cada uno de los territorios del imperio y sus pobladores.
- Tras la independencia de España, en 1521, México adoptó un régimen monárquico. Agustín de Iturbide, líder del Ejército Triguarante, fue nombrado monarca del incipiente Imperio Mexicano. Iturbide, quien aceptó el título de Agustín I, fue coronado el 21 de julio de 1822. El Congreso que lo nombró estableció una monarquía hereditaria y constitucional. No obstante, al poco tiempo de asumir el cargo, Iturbide disolvió el Congreso y lo reemplazó por una Junta con facultades legislativas. En 1823, una rebelión encabezada por el general Antonio López de Santa Anna derribó a Iturbide y terminó con el Primer Imperio Mexicano.
- En 1863, a lo largo de la segunda intervención francesa en México, se instituyó de nuevo una monarquía, famosa como el Segundo Imperio Mexicano. El archiduque Maximiliano de Habsburgo, hermano del emperador de Austria Francisco José I, que adoptó el nombre de Maximiliano I, fue escogido para ocupar el trono. Si bien el Segundo Imperio fue desarrollado como una monarquía constitucional, la Constitución que lo regiría jamás fue difundida. . El Segundo Imperio acabó en 1867, con la derrota de las tropas francesas contra los republicanos liberales, liderados por Benito Juárez.
Tulio Hostilio, un rey guerrero
El tercer rey de Roma fue Tulio Hostilio. En contraste a su precursor, fue un líder guerrero y ambicioso. Tulio emprendió asaltos contra múltiples ciudades vecinas a Roma, demoliendo y conquistando nuevos territorios como Alba Longa y Veyes. Pero no solo destrozó, asimismo edificó. Entre sus proyectos resaltan ciertas fundamentales, como la Curia Hostilia, el edificio donde se reunió el Senado a lo largo de varios siglos.
Los 2 estilos de estos reyes se unirían en la figura de su sustituto, Anco Márcio. El orden del cuarto rey de Roma supuso un enorme avance para la localidad. Anco, pese a no tener la ideología de un conquistador, próximamente se vio envuelto en una guerra contra los latinos, que atacaban Roma. No solo consiguió la victoria, sino asimismo sometió a toda la zona de Lazio. Asentó al pueblo derrotado en Roma en el monte Aventino. No obstante, no tendrían derechos como el resto ni representación en el Senado. Anco Marcio creó de este modo a la plebe. » Monarquía” en Etimologías