Benito Juárez El 19 de junio de 1867, frente a un pelotón de fusilamiento en el cerro Las Campanas, Querétaro, el Archiduque Maximiliano de Habsburgo es fusilado por el presidente mexicano Benito Juárez.
Maximiliano de Habsburgo fue el segundo emperador de México. Fotografía: Biblioteca de Mídia/INAH
El siglo XIX en México estuvo lleno de hechos en los que hubo sangre, traición, temor y gloria. A inicios de ese siglo fue en el momento en que México logró al final, tras 300 años como colonia de españa, su independencia del país europeo.
Historia del Imperio de Maximiliano
El Segundo Imperio de México recibió este nombre para distinguirlo de la primera experiencia imperial mexicana, ocurrida entre 1822 y 1823. La constitución del Segundo Imperio fue el resultado de la Segunda intervención francesa en México, esto es, la invasión del territorio mexicano por la parte de tropas francesas, aliadas con políticos y militares conservadores, que se extendió entre 1862 y 1867.
El imperio francés de Napoleón III decidió de irrumpir México después de que el gobierno de Benito Juárez, presidente de la República Mexicana, suspendiese el pago de la deuda externa. Si bien Juárez entonces decidió retomar los pagos de la deuda, el gobierno francés continuó con el plan de invasión con la intención de detallar una monarquía subordinada a Francia en México.
Últimas expresiones de Maximiliano de Habsburgo
Maximiliano I de Habsburgo fue tomado y encarcelado el 15 de mayo de 1867 en Querétaro. Juzgado en consejo de guerra por tres días por orden de Juárez. Aun se aseveró que planeó un plan de escape, pero concluyó que su dignidad no le dejaba hacer tal acción. Probablemente hubiese fracasado, en tanto que la única forma de esconder su rostro era dejarse barba y además de esto ponía en riesgo la vida de su mujer Carlota.
Por último, el día 19, fue fusilado en la mañana en el Cerro de las Campanas. Raramente, él mismo pagó a los siete pistoleros una onza de oro en lugar de que le disparasen en la cabeza suponiendo que su madre lo vería fallecido en el ataúd y lo reconocería. A lo largo de este acontecimiento se le unieron varios de los en general que lo apoyaron.