How I Became a Gangster’, de Netflix, es una película polaca banal y desganada. Extendida, fatigosa, genérica, olvidable. Son múltiples los adjetivos, prácticamente ninguno halagador, que se usan para charlar de How I Became a Gangster, película que está libre para poder ver en Netflix.
La cara y el cuerpo de Sylvester Stallone significan muchas cosas distintas para distintas edades. Para los que lo conocimos en el auge de su popularidad -durante los años 80, entre las consecuencias de ROCKY y RAMBO, mostrándose en películas como COBRA o HALCON- nos queda la impresión de ese rudo, gruñón pero en el fondo un tipo sensible, un actor con limite en elementos, pero atractivo a su forma. En los 90 logró películas de acción con mayor presupuesto (TOTAL RISK, O DESTRUCTOR, O ESPECIALISTA) pero al unísono comedias poco a poco más anémicas y consecuencias de sus tradicionales que le hicieron perder el “mercado”. Para la temporada de los enormes multiversos, Stallone era una mezcla en broma nostálgica y un bello recuerdo del pasado, por mucho más sacrificios para proseguir con su trayectoria.
Pero entonces llegaron ROCKY BALBOA, CREED y con esto una exclusiva generación descubrió distintas facetas de este icono del cine, alguien que se toma seriamente y al tiempo sátira su pasado como estrella beligerante de Hollywood, llegando aun a realizar gracietas sobre sus restricciones actorales. Que Stallone, que es la suma de todos y cada uno de los Stallones y que se dejó ver en la última película NEMESIS, regresa aquí con todo en TULSA KING, serie donde juega con su imagen icónica y beligerante pero al unísono lo introduce en otro ámbito. y una suerte de personaje que, pese a ser de origen italiano, raras veces hacía: un jefe de la mafia.
Donde me enamoré de un mafioso
En Netflix.
Tráiler
Puedes observar el tráiler de De qué manera me transformé en un gángster ahora.