Anubis, el dios con cabeza de chacal, ocupa una situación central en la religión del viejo Egipto y asimismo en la imaginación moderna. Patrono de los cementerios y de las técnicas de embalsamamiento, fue el primordial dios de los fallecidos entre el 3100 y el 1600 a.C. precisamente.
Como hemos visto en el capítulo previo, el corazón era el centro de la vida de los egipcios. La capacitación, la entendimiento, el razonamiento radicaban en el corazón. Un corazón frío, duro y terso es para nuestra concepción homónimo de falta de sensibilidad, algo que rechazamos. Por otra parte, era una condición deseable para los egipcios, en tanto que significaba la aptitud de mantenerse ileso frente a los estímulos externos y las contrariedades de la vida. Significaba sostener las ideas firmes y también inalterables. «No dejes que tu corazón aletee como hojas en el viento».
Y era el corazón el que, como adelantábamos en el capítulo previo, acompañaba al difunto en el viaje al mucho más allí, las únicas vísceras que quedaban dentro del cuerpo momificado. El Libro de los Fallecidos, una compilación de escritos, opiniones y estos que datan del año 3000 a. C., enseña lo que les sucedió a los fallecidos en su último viaje. Para comprender el tema en aspecto, debemos sintetizar resumidamente ciertos conceptos básicos de la mitología egipcia.
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Dioses egipcios de la desaparición
La desaparición tuvo una esencial presencia en la mitología egipcia, como una parte de un desarrollo de transmigración de las ánimas y preservación del equilibrio universal, el ma’at. Por este motivo, el planeta de los fallecidos (Duat) y nuestro desarrollo de la desaparición fueron acompañados en sus distintas instancias por distintos dioses y deidades, así como:
- Anubis. Señor de las necrópolis, patrón de los embalsamadores y guía de los recién muertos al inframundo, este dios con cabeza de chacal asimismo se ocupaba de pesar los corazones de los fallecidos para poder ver si eran dignos de ingresar en el reino de los fallecidos.
- Osiris. En un inicio un dios del sol, inventor de la agricultura y la religión egipcia, fue un rey mítico que se ahogó en el Nilo, engañado y traicionado por su hermano Seth, quien entonces desmembró su cuerpo y lo extendió por Egipto. Entonces su mujer Iris y su cuñada Nephthys recogieron su cuerpo, lo embalsamaron y momificaron, y Osiris renació en Dumat como señor de los fallecidos y gestor de las leyes eternas de Ma’at. Solo esos dignos de ingresar en el reino de Osiris podrían renacer después.
- Ammit. Diosa llamada «la devoradora de fallecidos», se la representaba como un monstruo con cuerpo de león y cabeza de cocodrilo, de forma frecuente con garras de ave rapaz. Desempeñó un papel punitivo en el juicio de los recién muertos, devorando los corazones de los descartados por Anubis, quitándoles la posibilidad de renacer.
- Thoth. Es un dios viejo, asociado con la sabiduría y la escritura, la ciencia, la magia y el saber misterio. La diosa Ma’at, la personificación del orden, es su mujer, y la diosa Seshat es su versión femenina, socia a las bibliotecas, la construcción, la medición y la astronomía. Thoth jugó un papel esencial en la medición de las ánimas que hacía Anubis, en tanto que era él quien anotaba el peso del corazón del difunto y emitía el veredicto pertinente.
- Neftis. Mujer de Seth y ayudante de Isis en la restauración del cuerpo de Osiris, Neftis era una diosa socia tanto con los puntos festivos de la religión egipcia, como con los ritos funerarios y el embalsamamiento. En esta última función, fue la protectora de entre los vasos canopos: los recipientes donde se depositaban los órganos extraídos de las momias. Esta tarea fue efectuada por Nephthys (protectora del vaso Hapi, para los pulmones) adjuntado con Isis (protectora del vaso Amset, para el hígado), Serket (protectora del vaso Qebehsenuef, para los intestinos) y Neit (protectora del el vaso Duamutef, para los intestinos). al estómago).
El juicio de Osiris
Este éxito, no obstante, no garantizaba gozar del paraíso eterno, más allá de que es verdad que, en forma de atractivo, como tiende a suceder en los En programas como “Splash, conocidos en el agua”, “Enorme Hermano” o algún otro “reality” de la televisión, las ánimas de familiares y amigos muertos podrían recibirlo y alentarlo -desde las gradas del mucho más allí, se comprende- antes. la enorme prueba que aún le hacía falta pasar.
La más esencial de todas y cada una.
Los orígenes de Anubis
La prueba arqueológica exhibe que Anubis fue probablemente entre los primeros dioses identificables que brotaron en la dinastía temprana de Egipto.
Este periodo, que comprende precisamente del 3100 al 2686 aC, marcó el comienzo de una cultura que prosperaría a lo largo de mucho más de 3000 años.
La Primera Hechicera
Cuando el cuerpo estuvo terminado, Isis le devolvió el aliento escencial que precisaba para regresar a la vida. Esa primera noche, juntos nuevamente, Isis y Osiris concibieron al dios Horus. Horus fue el primer faraón de Egipto, puesto que era hijo de la diosa madre.
A lo largo de su niñez, Horus fue picado por Seth, quien tomó la manera de un escorpión de 2 colas. Frente esto, su madre debió recurrir a un procedimiento sobrehumano para conjurar contra el veneno de los vermes.