Ver el atardecer en Muelle del Rosario El punto mucho más turístico de la región, que no te puedes perder, es la esquina llamada Muelle del Rosario. Si vas al atardecer o a la noche, puedes gozar en paz de la magia de este rincón con vista al canal, preciosas viviendas y el Belfort.
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De qué manera llegar a Brujas desde Bruselas
- La manera mucho más frecuente de llegar es en tren. En la Estación Central de Bruselas, acércate a las máquinas o taquillas y compra un billete a Brujas. Si has leído el producto sobre de qué forma desplazarte por Bélgica en transporte público, vas a saber que viajar en resumen de semana cuesta la mitad. Tenlo presente pues un billete de ida y vuelta a Brujas entre semana cuesta prácticamente 30€ por persona.
- Otra alternativa es contratar un tour por Brujas con salida desde Bruselas. Estos tours son buenísimos pues tienen dentro transporte y guía, y al finalizar el tour te dejan unas horas para recorrer la localidad a tu aire. Puede ser una aceptable opción si no deseas inquietarte por el transporte público. Además de esto, si vas entre semana te ahorrarás bastante dinero: el tour cuesta 29€, que es el valor del tren, y también incluye el guía en castellano.
Siempre y en todo momento me agrada comenzar una localidad con una visita dirigida. Es de las mejores formas de contar la crónica de la localidad, ofrecer ciertos avisos locales y realizar cuestiones. En Brujas hicimos este free tour, y quisiera que logres a Ismael, que fue nuestro guía y ¡nos encantó! Nos charló bastante de la región y nos llevó a los primordiales sitios de interés. En verdad, si haces este paseo, muchas de las cosas que te contaré ahora están dentro.
Ver el Grote Markt o la plaza primordial de Brujas
Grote Markt es la plaza del mercado de Brujas y otro de los más destacados sitios que ver en Brujas. Aparte de ser la plaza más esencial de Brujas, yo la definiría como la plaza mucho más bonita de la región, aun entre las mucho más lindas de Europa. Indudablemente, se encuentra dentro de los sitios mucho más retratados de Brujas. Está repleto de banderas, y lo que mucho más me agradó fueron sus relucientes viviendas. Existen varios inmuebles sindicales y, más que nada, resalta el campanario de Belfort. Una plaza completamente fotogénica que no te puedes perder en tu visita a Brujas.
Está ubicado en nuestra plaza del mercado y es el campanario el que resalta sobre prácticamente toda la localidad. Puedes subir a lo prominente del campanario pero deberás llevarlo a cabo sobre tu pierna pues no hay ascensor. Decidimos no subir pues leímos que las vistas desde arriba tampoco eran nada del otro planeta. Evidentemente, hacerse la obligada fotografía con el campanario de fondo es algo indispensables que llevar a cabo en Brujas.
“Begijnhof” (beaterio):
Begijnhof es un espacio viejo que nos transporta en el tiempo… Los beaterio se edificaron en la temporada medieval a fin de que las viudas y los huérfanos de los cruzados tengan la posibilidad de vivir con dignidad Tenían sus reglas en el complejo. Si deseas reforzar en su crónica, hay un museo donde se enseña la historia y forma de vida de las beguinas. El museo es de pago, pero la visita al resto del recinto es gratis. Fue proclamado Patrimonio de la Humanidad y aún está habitado por ciertas monjas benedictinas. Se encuentra dentro de los sitios mucho más relajados de Brujas y donde se respira una energía particular.
La plaza Burg pertence a los sitios mucho más atractivos para conocer en Brujas, en especial por las construcciones que la cubren (el Municipio o Stadhuis, el Palacio de Justicia o la Basílica de la Santa Sangre, entre otros muchos).
Begijnhof
Muy cerca del parque podemos encontrar el Begijnhof, un beaterio proclamado Patrimonio de la Humanidad y donde vas a tener la sensación de estar en otra localidad.
Este beaterio fue construido por la Condesa de Flandes en 1245 y las monjas benedictinas todavía viven allí. Estos beaterioes se edificaron en la Edad Media a fin de que las mujeres viudas o huérfanas tuviesen un hogar donde vivir.
Las calles vacías y también alumbradas
Si bien Gante no posee una multitud asfixiante como Brujas, existen muchos visitantes, pero al caer la noche, entre aquéllos que se marchan y los que se retiran cansados a sus hoteles, tras evaluar la cerveza belga, convierte las calles mucho más comerciales en espectros con preciosos efectos de luz. No poseas temor, andas en una localidad segurísima, prácticamente en un sueño. Disfrútala.