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Qué mito hay en Santa Cruz

Leyendas y mitos de Santa Cruz El Carbunco. El carro de la otra vida. La linterna de la otra vida. El guajojó El montón de piedras con cara. El fraile está bien. La cara. La Virgen de Cotoca. ¿Mas cosas?

El cruceño es mestizo; por consiguiente, la crónica de Santa Cruz asimismo es mestiza. Una historia que empieza en 1561 con la fundación de Santa Cruz de la Sierra, el 26 de febrero, y que tiene como antecedente inmediato 1560, año de creación del gobierno. Por consiguiente, el año 1561 marca no solo la fecha de fundación de nuestra localidad, sino más bien asimismo el comienzo del Cruceño, de nuestra historia que se edificará con los aportes continuos de la civilización conquistadora y conquistada. Por consiguiente, al proponernos el estudio de nuestra historia, debemos tener en consideración la historia y las etnias de los pueblos que habitaron nuestra geografía, tal como la historia medieval de los pueblos conquistadores.

A mitad de sendero entre los siglos XIX y XX, en el oriente boliviano, territorio de la vieja provincia de Santa Cruz de la Sierra, se formó lo que llegué a llamar la escuela historiográfica del oriente boliviano. Nace bajo la inspiración de Gabriel René Moreno -el enorme profesor- y la necesidad de saber nuestra historia para entender el presente y proyectar el futuro. A través de Plácido Molina Mostajo, Humberto Vázquez Machicado, José Vázquez Machicado, Enrique Finot, José Chávez Suárez y Hernando Sanabria Fernández aprendimos a comprender nuestra historia. Aquella historia que el historiador argentino Roberto Levillier, en el prólogo a la Historia de la Conquista del Oriente boliviano, de Enrique Finot, calificó de patética en su sostenido heroísmo.

  Historia de historia legendaria del lago Titicaca

Los Apus, o dioses de la montaña según los mitos bolivianos, ubicaban al pueblo en un valle fértil donde prosperaban bajo su protección. La vida era buena y la multitud feliz, las cosas proseguirían de este modo mientras que obedecieran la única prohibición de los Apus: jamás subirían a la montaña donde ardía perpetuamente un fuego sagrado.

El pueblo obedeció, pero al Demonio no le agradó observarlos y los persuadió de competir entre sí para poder ver quién era suficientemente intrépido para retar a los dioses y escalar la montaña prohibida. Todos acordaron ir en busca del fuego sagrado, pero tristemente los Apus los atraparon a la mitad, los erradicaron y mandaron pumas a comerse a los que quedaban en el valle.

La guajojó

Hija del cacique de una tribu que vivía en un claro de la selva, era una bella y simpática india que se encontraba intensamente enamorada de un joven de su tribu.

El joven era guapo, tierno y con el más destacable corazón, atributos que distan bastante de ser un guerrero. El joven correspondió al amor de la hija del cacique.

Tlahuelpuchi

Tlahuelpuchi es un ente sobrehumano, en general un ser femenino, si bien ciertas ediciones charlan de un ser masculino. Son seres que se nutren de sangre, pese a su fachada humana. El dado de horror viene dado por visto que la calidad de tu comida, esto es, de tu sangre, incrementa con la juventud de tu víctima. En ese sentido, hay imágenes de ellos devorando bebés.

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