(Se calcula que la fecha de nacimiento de Cristo es 7-6 a. C.) A lo largo de esta alineación, el Sol, Júpiter, la Luna y Saturno estaban todos en Aries, al paso que Venus se encontraba en Piscis, y Mercurio y Marte estaban al otro lado en Toro. .
Este lunes 21 de diciembre va a tener rincón el último y mucho más aguardado fenómeno astronómico del año. Es la conjunción de Júpiter y Saturno, famosa como la ‘Estrella de Belén’.
Si bien este fenómeno donde estos 2 planetas se alinean sucede cada 20 años, debieron ser prácticamente 400 vueltas de sol a fin de que estuviesen tan cerca uno del otro, lo que lo realiza mucho más atrayente y tiene tanto interés.
Especificaciones del sistema del sol
Como Plutón por el momento no se considera un mundo, el sistema del sol está compuesto por el Sol, ocho planetas, un planetoide y sus satélites. No solo son estos cuerpos, sino más bien asimismo asteroides, cometas, meteoritos, polvo y gas interplanetario.
¿Fenómeno o historia de historia legendaria?
Ninguna hipótesis astronómica es de forma plena exitosa. El inconveniente es que no conocemos ningún fenómeno real que sea correcto a la descripción de un elemento que se desplaza para asesorar a los Magos y después se detiene en un espacio concreto (el del Portal). Intentando encontrar entre los fenómenos astronómicos de la temporada, quizás cualquier día hallemos alguno que se logre asociar a la Estrella, pero siempre y en todo momento nos va a quedar la duda si no forzamos una explicación a posteriori.
Por el momento, se puede terminar con Asimov que la Estrella de Belén no es mucho más que entre los milagros contados en la Biblia, afín a la partición del Mar Colorado, la multiplicación de los panes y los peces, o la transmutación del agua en vino. Fenómenos todos ellos que mencionan a nosotros ubicados alén de las leyes naturales.
¿Y la estrella?
En su popular ensayo «La Estrella de Belén», Isaac Asimov examina múltiples elecciones intentando de atribuir a la Estrella un auténtico fenómeno astronómico. Estas elecciones fueron más tarde reconsideradas y ampliadas por múltiples astrónomos, entre otros muchos por el enorme divulgador Patrick Moore y por Mark Kidger del Centro Científico de la Agencia Espacial Europea en La capital de españa. Las hipótesis mucho más populares son las próximas.
- Un cometa: esta iniciativa viene sugerida por la frecuente representación de la Estrella como un elemento cometario. No obstante, esta representación es parcialmente reciente (tiene su origen en la Edad Media). En verdad, no hay registro popular en ninguna civilización vieja de un cometa refulgente que pase cerca del 7-6 a. Sí, está contado (por astrónomos chinos) el paso de Halley en el año 12 aC, unos 5 o 6 años antes del nacimiento de Jesús, pronto para asociarlo a la Estrella de los Reyes Magos.
- Una supernova: esta oportunidad ahora la había adelantado Kepler en el siglo XVI. XVII. En verdad, una explosión de supernova próxima habría sido un fenómeno increíble que podría haber servido como base para la Estrella de Belén. No obstante, no hay registro histórico, ni ningún remanente de supernova popular, para validar esta hipótesis.
- Meteoros: Una lluvia de meteoros no semeja ser una alternativa, en tanto que Mateo solo charla de una estrella singular. Pero un solo meteorito o bola de fuego, aun si fuera muy refulgente, es un fenómeno que dura poquísimo para asesorar a Wizards en su viaje.
- Un Mundo: La Estrella de los Magos en ocasiones se ha asociado con Venus, pero es bien difícil opinar que los Magos, astrólogos expertos, se sorprenderían por la localización o fachada de alguno de los planetas en tanto que exhiben un accionar de manera perfecta regular.
- Una conjunción de planetas: esta es la hipótesis que mucho más opciones proporciona. La agrupación de 2 o mucho más planetas en una pequeña zona del cielo puede ser increíble y perdurar un tiempo bastante largo, lo que podría corresponder al fenómeno de la Estrella. Además de esto, los 2 planetas mucho más refulgentes, Venus y Júpiter, estuvieron en conjunción el 3 de agosto antes de Cristo. y el 2 de junio aC, en la constelación de Leo, cerca de la estrella Regulus, que asimismo es muy refulgente. Mucho más cerca del nacimiento de Jesús, tenemos la posibilidad de nombrar la conjunción de Júpiter con Saturno en el 7 a. y otro de estos 2 planetas colosales con Marte hacia el 5 aC, todos ellos en Piscis. Asimismo sucedió una doble ocultación de Júpiter por la Luna en el año 6 a.