Según ciertos especialistas, Einstein sufría el síndrome del pelo inmanejable. El Centro de información sobre patologías extrañas y genéticas de los USA (GARD, por sus iniciales en inglés) asegura que esta afección perjudica el tallo del pelo en el cuero cabelludo.
Una pequeña del Reino Unido está llamando la atención por su desordenado pelo rubio, lo que la equipara con Albert Einstein y el ex- presidente Boris Johnson. Layla Davis, de 18 meses, nació con el «síndrome del pelo incomparable». El síndrome es una extraña anomalía del tallo piloso del cuero cabelludo, caracterizada por pelo seco, rizado, castaño claro o rubio que medra en distintas direcciones, haciéndolo prácticamente irrealizable de peinar. Ella pertence a las cien personas en el planeta con esta extraña condición.
Se negó a conducir
Una anécdota de la vida de Einstein se remonta a la década de 1920, en el momento en que debió ayudar a una secuencia de charlas en la Academia de Ciencias de Prusia en Berlín. Como el físico jamás aprendió a conducir ni tenía turismo propio, contrató a un conductor.
Tras múltiples días, Einstein le ha dicho al conductor que se encontraba poco entretenido de reiterar lo mismo constantemente. Aun se ofreció a sustituirlo por una noche, por el hecho de que había escuchado en tantas ocasiones sus charlas que las había aprendido de principio a fin.
¿Qué tal el almuerzo?
La dedicación única a la investigación científica, que dio como resultado la teoría de la relatividad general adjuntado con otros descubrimientos, dejó exhausto a Einstein en 1915. «Mis sueños mucho más salvajes se hicieron situación», le escribió a su amigo Michele Besso a fines de ese año. Estoy «feliz pero kaput» (completamente roto).
Este desarrollo no solo lo dejaba exhausto, sino sus capítulos de distracción se profundizaban, llegando aun a descuidarse de comer. «De forma frecuente estoy tan absorto en mi trabajo que me olvido de almorzar», le escribió a su hijo en una carta de mayo de 1915.
¿Cuál era el deporte preferido de Albert Einstein?
Durante su historia Einstein jamás dejó de reiterar que practicaba el deporte de la candela pues era con el que menos esfuerzo debía efectuar dado el gran exitación que conseguía.
Einstein era increíble en matemáticas y física, pero no le interesaban otras disciplinas, comenzó a estudiar matemáticas a los 12 años. Se interesó por el álgebra y la geometría ahora los 15 años, sin tutor ni guía, comenzó a estudiar cálculo.