Ahí vio que utilizaban el corcho para tapar las cantimploras. Próximamente, el vino Dom Pérignon se realizó popular entre la corte de Luis XIV, hasta el punto de que una botella costaba 4 ocasiones mucho más que otros vinos de champán. Entonces empezó una cotización, incontenible hasta hoy.
Hay una tradición ineludible que une a todos y cada uno de los seres del mundo en el momento de festejar: ofrecer con champagne, o cava (considerablemente más que se encuentra en nuestro territorio). Absolutamente nadie piensa una celebración sin el tradicional “chin-chin” y una copa en mano para festejar cualquier buen cumpleaños. El champán, específicamente, brotó en el siglo XVII y de forma rápida se transformó en la bebida preferida de las clases mucho más acomodados de la temporada. Su alto precio impedía que los menos agraciados disfrutaran de los bienestares de esta espumosa bebida.
En la actualidad, las variedades de champagne que fueron apareciendo en todo el tiempo le han tolerado popularizarse y transformarse en una bebida capaz para todos y cada uno de los públicos. Para poseerlo como forma de expresión preferida para ofrecer y festejar, distintas fabricantes desarrollan cava y champagne para todos y cada uno de los bolsillos, si bien todavía existen algunas que aún sostienen la peculiaridad de sus principios, cuyos costos las transforman en una bebida solo al alcance de unos pocos. .
Dom Pérignon Rosé de David Lynch
En ocasiones, un champán cuesta mucho más por la botella que por su contenido o, de todos modos, mucho más por el nombre o la marca que por el «oro» por la parte interior, pero… ¿qué debe ver el directivo David Lynch con Dom Pérignon? Ya que semeja que, aparte de las películas, Lynch tiene como hábito dibujar botellas. Dom Pérignon Rosé 1998 se sirvió en diez botellas de 3 litros, cada una obra del directivo. Es una edición limitadísima de por lo menos diez.500 euros la botella.
Dom Pérignon es un champán avejentado
El primer período temporal en el que se libera Dom Pérignon es tras haber madurado entre 8 y diez años. ¡Es un periodo bastante largo! Este lanzamiento se conoce como “la Primera Plenitud (P1)”.
Entonces, si la agregue fue 2000, probablemente el champán unicamente se haya lanzado en 2008, 2009 o 2010.
¿De qué manera tiene por nombre el champán?
Si bien la denominación de champagne es única de la zona de Champagne cuidada por regímenes de calidad en la Unión Europea, el término champagne se emplea popularmente para referirse a los vinos espumosos producidos en distintas zonas de todo el mundo, aun en las bodegas.
En el siglo XV se conocía con este nombre en París, si bien no en su zona de origen donde el término champagne designaba solares baldíos. A lo largo del siglo XVII se popularizó en las cortes inglesa y francesa merced al impulso de ciertas familias de esta zona.
Lozanía, distinción y pureza
Para Laurent-Perrier, el ensamblaje es el auténtico misterio del champán de calidad. Por este motivo, la firma francesa es la única cuya Cuvée mucho más reconocida y riguroso, Grand Siècle, no es de agregue, sino más bien numerada. Es una mezcla de tres agregues inusuales para recrear el año especial.
Lozanía, distinción y pureza. Estas especificaciones están presentes en todos los Laurent-Perrier Cuvées, debido a que Chardonnay es la pluralidad mayoritaria en todos y cada uno de los vinos de la compañía, excepto Cuvée Rosé y Alexandra Rosé.
¡Wow! No tenía ni idea de todo esto, pero definitivamente quiero probar ese Dom Pérignon Rosé de David Lynch. ¿Alguien quiere acompañarme? 🍾🎬
Claro, yo me apunto para probar ese Dom Pérignon Rosé de David Lynch contigo. ¿Pero en serio crees que la colaboración de un director de cine mejora el sabor del champán? Aún así, estaré encantado de acompañarte. 🍾🎬
¡Vaya, el Don Perignon es como el Brad Pitt de los champagnes! ¿Pero de verdad vale tanto la pena?
¡Vaya, vaya! ¿Quién se iba a imaginar que David Lynch estaría detrás del Dom Pérignon Rosé? 🍾🎬
Creo que el precio del Dom Pérignon es exagerado, prefiero algo más asequible.
Vaya, cada quien tiene sus gustos y presupuesto. Pero no hay nada como disfrutar de la calidad y exclusividad de un Dom Pérignon. ¿Qué sería de la vida sin esos pequeños lujos de vez en cuando? ¡Salud!