Tomando ciertos puntos iconográficos de la Cábala, el cristianismo identifica el elemento fuego con el Arcángel Miguel y con el evangelista San Marcos (con su animal simbólico de fuego: el león).

La historia de historia legendaria de la zarigüeya y el fuego

Según el libro Cuentos y Leyendas de México de Lilian Scheffler, la zarigüeya es un animal fundamental para los mazatecos. Eso es por el hecho de que fue él, como Prometeo para los helenos, quien trajo el fuego a la raza humana.

Cuenta la historia de historia legendaria que antes que los humanos tuviesen la magia del fuego en sus manos, la obscuridad y el frío reinaban en las noches. En ese instante la vida era realmente difícil. La multitud debía comer alimentos crudos y en invierno todo empeoraba. El frío congelaba la carne de pequeños, mujeres, hombres y jubilados. Todos rogaban que pasara el invierno y acabaran las noches para lograr calentarse con el sol.

Humanizar la técnica

Prometeo era un titán, el mucho más capaz de los gigantes, que por prudencia no participó en la rebelión de los gigantes. El dios Zeus lo liberó de la sentencia que le había impuesto y lo empapó de promesa, una suerte de linimento contra los dolores que se extendían por el planeta.

El día de hoy me siento habitado por ese linimento analgésico que generan todos y cada uno de los agentes de la salud, al haberme alejado tanto del arte de controlar la naturaleza con la técnica de las mucho más auténticas artes de comprender a la gente imbuidas de humildad, esa humildad que asimismo tiene peculiaridades divinas, en tanto que, en la tradición cristiana, la encarnación unía cielo y tierra, omnipotencia y debilidad. ¿No somos, quizá, aparte de poderosos pues capaces de intervenir en la naturaleza con la tecnología, atacables y omnipotentes? ¿Podría un ejercicio de admitir que somos sanadores heridos curarnos de esta patología de deshumanización o deseo de divinización? Algo de modestia y igualdad que todos requerimos para subsistir como humanos.

¿Qué es el fuego?

Se llama fuego, luz o candela al grupo de partículas incandescentes de materia comburente. Gracias a una beligerante reacción química de oxidación (famosa como combustión), estas partículas dejan libre energía calórica (calor) y energía luminosa (luz), en el transcurso de un tiempo preciso.

En otras expresiones, el fuego es un género de plasma, o un grupo de gases incandescentes que emiten energía. Esto significa que pertenecen a una reacción exotérmica donde una cierta materia se transforma en otra. Por servirnos de un ejemplo, en el momento en que la madera se quema, se transforma en cenizas, CO2 y otros desechos materiales.

¿Qué es el elemento agua?

Una molécula de agua está formada por 2 átomos de hidrógeno y uno de oxígeno. La predisposición espacial de estos átomos es peculiar. Por una parte, las de hidrógeno, con carga eléctrica efectiva. Por el otro, oxígeno cargado de forma negativa.

El agua representa esencialmente la vida. En la mayor parte de los mitos de creación de todo el mundo, el agua representa la fuente de vida y energía divina para la fertilidad de la tierra y los seres vivos. En las considerables etnias, el agua tiene múltiples significados.