Adán y Eva fueron los primeros hijos del Padre Celestial que vivieron en la tierra. Vivían en el bello Jardín del Edén, rodeados de todo género de plantas y árboles. Dios, nuestro Padre Celestial y el Señor Jesucristo los visitaron y charlaron con ellos. Dios les dejó comer del fruto de todos y cada uno de los árboles menos de uno.
Esos que leen la Biblia desprevenidos ahora hallan un inconveniente en la primera página: justo al principio del libro de Génesis, se combaten no solo con 2 cuentos de la creación de todo el mundo, sino más bien asimismo conocer que son contradictorios. En verdad, Génesis 1 cuenta la historia que en tantas ocasiones oímos en el momento en que éramos pequeños, según la que al comienzo de los tiempos todo era caótico y vacío, hasta el momento en que Dios decidió poner orden en ese caos. Antes de comenzar a trabajar, como todo obrero, la primera cosa que hacía era prender la luz (Gn 1,3). De ahí que en el primero de los días de la creación nacieron las mañanas y las tardes. Conque decidió poner un techo sobre la tierra a fin de que las aguas del cielo no la inundaran. Y creó el firmamento (Gn 1,6). Al notar que la tierra era una mezcla fangosa, secó una sección y dejó mojada la otra, con lo que se dieron a conocer los mares y el conjunto de naciones (Gn 1,9). Consecutivamente, con su vigorosa palabra, adornó las distintas capas de esta obra arquitectónica con estrellas, sol, luna, plantas, pájaros, peces y réptiles. Por último, como corona gloriosa de todos, formó al hombre, lo destacado de su creación, al que formó a su imagen y semejanza. Conque decidió reposar. Había desarrollado a alguien que pudiese hacer su labor (Gn 1, 11-2, 3). Ese trabajo tomó seis días. Y todo se encontraba bien hecho.
Lo mismo otra vez Pero en el momento en que vamos a Génesis 2 viene la sorpresa. Es tal y como si nada de eso hubiese pasado. Volvemos a estar en el vacío total, donde no hay plantas, ni agua, ni hombres (Gn 2,5). Dios regresa a mostrarse en escena y se pone a trabajar. Pero en esta ocasión es muy distinta. En vez de la deidad solemne y grandiosa, en este momento podemos encontrar una deidad con aspectos considerablemente más humanos. Recrea al hombre, pero no a la distancia y con el fácil orden de su palabra, prácticamente sin contaminarse, como antes, sino lo moldea con el polvo de la tierra, le sopla en la nariz y de esta forma le da vida (Gn 2,7) . Entonces, por segunda vez, se señala la capacitación de plantas, árboles y animales. Y para hacer a la mujer en este momento utiliza un procedimiento diferente. Pone al hombre a reposar, quita una costilla, llena el orificio sobrante con carne y le da forma a Eva. Entonces se la muestra al hombre y se la da como compañera. En este punto uno se pregunta: ¿por qué razón si en Génesis 1 ahora teníamos el planeta entero, en Génesis 2 debemos regresar a crearlo? ¿Asegura la Biblia que hubo 2 producciones al comienzo de los tiempos?
La crónica de Adán y Eva
Según la tradición islámica y judeocristiana, Adán y Eva fueron los primeros humanos que aparecieron. Son los personajes principales del relato bíblico y coránico del origen de la raza humana, contado en el primer libro del Viejo Testamento (llamado Génesis, esto es, origen) y en el Corán.
Además de esto, su relevancia asimismo reside en que son ellos quienes cometieron el Pecado Original de la raza humana, esto es, quienes provocaron la mortal y costosa vida que todos y cada uno de los humanos conocemos desde entonces.
Proseguiríamos en comunión con Dios
El hombre desarrollado a imagen de Dios tenía como destino la comunión con Dios, como en el momento en que una familia adopta a un niño y lo transporta a vivir a su casa. Y sin pecado no perdería su estatus. De ahí que hay que estimar que aún estaríamos ahí.
Por otra parte, la manera en que se expresa el Génesis en esos primeros episodios semeja charlar de una situación fuera del tiempo.
Somos salvos en todas y cada una partes
Tener vida eterna en nuestro espíritu es una enorme cosa, pero ¿qué ocurre con las otras unas partes de nuestro yo corrupto? En verdad, nuestro espíritu siendo vivificado es solo el paso inicial en la salvación completa que Dios obra en Cristo para nosotros.
Saliendo de nuestro espíritu revivido, la vida de Dios empieza a rememorar y volver a poner las partes dañadas de nuestra alma: nuestra cabeza, emoción y intención. Gradualmente, conforme contactamos y comulgamos con Él en oración y en Su Palabra, Dios convierte nuestras ánimas con Su fantástica vida hasta el momento en que nuestros pensamientos, sentimientos y resoluciones estén en medio de una armonía con Él.
¡Wow! ¡Qué interesante conocer cómo era la vida de Adán y Eva antes del pecado! ¿Alguien sabe si tenían acceso a Netflix en el paraíso?
¿Y si Adán y Eva hubieran tenido una vida de fiestas y música antes del pecado? 🎉🍻
Jaja, eso hubiera sido una fiesta épica. Pero, al final, el pecado original nos recuerda que la vida no siempre es una fiesta. ¡Saludos! 🎉🍻
¡Wow! Nunca me había preguntado cómo era la vida de Adán y Eva antes del pecado. ¡Interesante!
¡Vaya, vaya! ¿Adán y Eva tenían Instagram? Seguro que era un paraíso lleno de filtros naturales. 😜
¡Jajaja! No creo que Adán y Eva tuvieran Instagram, pero seguro que su vida sin redes sociales era mucho más auténtica y sin filtros. A veces es bueno desconectar y disfrutar del paraíso real. 😉
Me parece que Adán y Eva vivían la vida loca antes del pecado. ¿Alguien más piensa lo mismo? 🍎🌴
¡Vaya! Nunca me había imaginado a Adán y Eva teniendo una vida tan colorida antes del pecado. ¡Interesante!
¡Totalmente de acuerdo! Es fascinante pensar en cómo pudo haber sido la vida de Adán y Eva antes de la caída. Aunque la historia bíblica no nos da muchos detalles, siempre es interesante imaginar y debatir sobre ello. ¡Gracias por compartir tu punto de vista!